El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid acordó este miércoles iniciar la tramitación de la ley de supresión de los tres impuestos propios de la región, que tendrá que ser aprobada posteriormente en la Asamblea de Madrid, para lo que necesitará el apoyo de Vox.
Dichos impuestos son el tributo sobre la instalación de máquinas recreativas en establecimientos de hostelería autorizados y sobre depósito de residuos, además del impuesto de actividades económicas, que solo existía nominalmente, ya que desde 2009 cuenta con un recargo del 0 %.
Tras reunirse en la Puerta del Sol con los 32 economistas que han colaborado con el Ejecutivo en la elaboración del Plan de Economía de la Comunidad, Ayuso se ha defendido de las críticas de la izquierda, que tildaron de «humo y populismo» la eliminación de tres tributos «irrelevantes».
En este sentido, la presidenta ha indicado que, «efectivamente» y como ella misma pronunció, «eran tres impuestos que ya apenas estaban recaudando», pero que, «precisamente, ya que apenas aportan nada», la Comunidad de Madrid aboga por no mantenerlos.
«No se trata en este caso de eliminar tres grandes o pequeños, se trata de que todos son eliminados y, por tanto, el mensaje al mundo es claro: Madrid es un territorio libre, es un territorio que acompaña a la empresa, que confía en la colaboración público-privada, en el talento y por tanto en el progreso», ha dicho en declaraciones remitidas a los medios.
Por ello, ha opinado que «cada comunidad autónoma, cada dirigente autonómico tiene que analizar si a lo largo del tiempo han ido teniendo más o menos impuestos propios y analizar por qué y en qué ayuda a los ciudadanos y para qué sirven todos estos impuestos». EFE
M.M.