El Gobierno ha decidido frenar la inversión de 1.700 millones de euros prevista en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat por la falta de apoyo del Govern, que ha denunciado esta «nueva deslealtad» del Ejecutivo y ha calificado la operación de «chantaje».
La ministra Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha anunciado este miércoles la suspensión del proyecto en una comparecencia de urgencia en Barcelona, después de que el Govern asegurara el pasado fin de semana que no avalaría una ampliación del aeropuerto que «destroce» la laguna de La Ricarda y de que ERC haya decidido acudir a la manifestación convocada para el 19 de septiembre contra el proyecto de Aena.
Raquel Sánchez ha confesado que las últimas declaraciones del presidente catalán, Pere Aragonès, y de la portavoz de ERC, Marta Vilalta, críticas con el proyecto de ampliación, les han «sorprendido muchísimo», por lo que el Gobierno considera que se ha «quebrado» el pacto alcanzado el 2 de agosto para llevar a cabo dicha inversión «por una pérdida de confianza manifiesta».
«Es imposible llevar a buen término un proyecto de envergadura como este sin un apoyo nítido y sin fisuras por parte de la Generalitat», ha señalado la ministra, que considera «evidente» que el Govern «no tiene una decisión madura sobre esta gran inversión», dado que en los últimos días «ha cambiado su posición» y ERC incluso se propone participar en una manifestación contraria a las obras.
«Se necesita el respaldo y el consenso de las instituciones públicas para que el proyecto sea un éxito», y la falta de apoyo del Govern «no lo hace posible», ha subrayado la exalcaldesa de Gavà (Barcelona).
A través de Twitter, el presidente Pere Aragonès ha acusado al Gobierno español y a Aena de haber llevado a cabo una «operación de chantaje» sin una voluntad real de «invertir en Cataluña» ni de convertir el Aeropuerto de Barcelona-El Prat en un «hub» internacional.
«Se ha comprobado que Aena y el Gobierno español solo estaban dispuestos a hacer la ampliación si era como ellos han pretendido desde un principio, destrozando un espacio natural protegido y sin escuchar ni al territorio ni al gobierno de la Generalitat», ha escrito.
Desde Bruselas, donde está de viaje, el vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró (JxCat), ha denunciado esta «nueva deslealtad» del Gobierno, al decidir «de manera unilateral» la suspensión de la ampliación de El Prat, un proyecto que «era bueno para el país» y que «decía sí a un aeropuerto intercontinental y a La Ricarda, a proteger su laguna», ha dicho.
Sin aludir a ERC, ha expresado asimismo su malestar «por la confusión generada por parte de algunos en Cataluña estos últimos días»: «La frivolidad y el populismo una vez más han vuelto a hacer mucho daño».
«Hay manifestaciones que se podrían haber ahorrado y que no ayudan en el objetivo de llegar a un consenso para una infraestructura tan importante para el país», ha declarado Puigneró, que ha trasladado su queja al presidente Aragonès, de ERC.
Quien ha celebrado el anuncio es la líder de los comunes en el Parlament, Jéssica Albiach, que lo considera «una victoria social y climática», fruto de la «movilización popular».
En cambio, el líder del PSC en el Parlament, Salvador Illa, ha criticado que las «ambigüedades» del Govern ponen en riesgo la ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat y ha avisado: «Cataluña no puede perder más oportunidades».
Desde el ámbito económico, la Cambra de Comerç de Barcelona ha considerado que el anuncio del Gobierno supone «una medida de presión» y ha criticado que la haya tomado de forma unilateral, mientras que el Círculo de Economía ha reclamado a ambos gobiernos que «sigan trabajando» y por «responsabilidad» pacten una fórmula que permita mantener la ampliación del aeropuerto.
Los sindicatos CC.OO. y UGT han calificado de «desastre» el anuncio y han reclamado la reapertura de las negociaciones «sin la batalla partidista».
La ministra Raquel Sánchez ha dicho que siente que se ha perdido una gran oportunidad para mejorar el futuro de Barcelona, Cataluña y también de España, aunque ha precisado que el Gobierno «no renuncia» a seguir trabajando para impulsar el potencial de los aeropuertos de Girona y Reus (Tarragona), donde sí se mantendrán las inversiones previstas, así como el proyecto de conexión de estas infraestructuras con la alta velocidad ferroviaria.
Raquel Sánchez también ha expresado el compromiso del Gobierno para seguir invirtiendo en proyectos como el Corredor Mediterráneo, Rodalies, los puertos o el sector del automóvil.
La ministra ha recordado que el 2 de agosto se alcanzó un acuerdo con la Generalitat para poner en marcha el proyecto para convertir El Prat en un ‘hub’ de vuelos intercontinentales a través de la construcción de una nueva terminal satélite y el alargamiento en 500 metros de la tercera pista, lo que obligaría a invadir el estanque de La Ricarda, en el Delta del Llobregat, un espacio protegido por la red europea Natura 2000.
Desde el 2 de agosto, ha subrayado la ministra, este no era solo un proyecto de Aena, sino «un proyecto compartido entre el Gobierno de la Generalitat, el de España y Aena», fruto de meses de trabajo y decenas de reuniones con instituciones y agentes sociales y económicos.
La Generalitat sabía desde hacía tiempo, pues, el alcance del proyecto, la inversión, su impacto medioambiental y «todo tipo de detalles».
El proyecto de ampliación de El Prat ha contado desde un principio con numerosos detractores, como asociaciones ecologistas, agrícolas y alcaldes, como la de Barcelona, Ada Colau, y el de El Prat de Llobregat, Lluís Mijoler, quien esta tarde ha celebrado el anuncio como «una pequeña victoria» y ha considerado que «se impone el sentido común».
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