El ex secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha querido este domingo arropar a la dirección que le sucedió en el partido, encabezada por Ione Belarra, y para reivindicar un frente amplio que acompañe a la actual ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en la tarea de mejorar la vida de los españoles.
Podemos ha cerrado en Rivas-Vaciamadrid su Universidad de Otoño, un foro de debate en el que rearmarse para alcanzar el objetivo último que persigue: liderar el bloque progresista en España.
Ausente en los debates, que comenzaron el jueves, y en la clausura de este domingo, Yolanda Díaz sí ha estado presente en las palabras tanto de Belarra como de Iglesias.
La primera lo ha tenido claro: Bajo el liderazgo de Yolanda Díaz, Podemos podrá hablar con más fuerzas políticas y con la sociedad civil «para construir ese frente amplio que nos permita perseguir esa primera posición» dentro del bloque progresista.
Iglesias, por su parte, ha compartido esa opinión y tras asegurar que la actual dirección de Podemos es «la mejor» que han «tenido nunca», se ha mostrado convencido de que ese equipo «sabrá acompañar a Yolanda Díaz para construir un frente amplio que mejore la vida de la gente de este país».
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo no ha acudido a ninguno de los foros de debate que se han desarrollado durante estos cuatro días. Pero hoy, en una entrevista al diario El Correo ha afirmado que ahora «no está» en ser la candidata para liderar el proyecto político que defiende, ya que no le interesan «demasiado las candidaturas», pero ha puntualizado: «Si cambio de opinión, lo diré».
Su proyecto es «colectivo», de «la gente», y supera los márgenes de Unidas Podemos, ha recalcado en esa entrevista.
Mientras, la última mesa de debate de la Universidad de otoño ha servido para que la actual líder de Podemos haya sacado pecho de los logros sociales que ha conseguido el Gobierno de coalición gracias a ellos, como la subida del salario mínimo o la bajada de la factura de la luz, entre otros.
Y tras ellos, Podemos se ha marcado un reto para 2030 además de conseguir ser la fuerza mayoritaria de la izquierda y superar al PSOE: que haya una empresa pública en cada sector estratégico, como el de la energía, las telecomunicaciones, la banca e, incluso, la industria farmacéutica.
Porque «cuando las cosas se ponen difíciles, solo el sector público nos salva», ha enfatizado Belarra.
Hasta entonces, la secretaria general de Podemos ha pedido a sus socios del PSOE que «no flaqueen» y se mantengan «firmes» en las medidas que han tomado.
Iglesias ha sido en esta larga jornada el último en intervenir para anunciar, con la libertad que le permite su actual situación -«ya no tengo que medir lo que digo», ha señalado-, que la semana que viene se publicará el resultado de una encuesta sobre la República realizada por la plataforma de medios independientes.
No ha querido avanzar los resultados, pero sí la conclusión que ha extraído: que la República «es una identidad política de futuro y una caja de herramientas para llenar de contenido un proyecto de país».
Y ha defendido una identidad republicana de futuro que apueste por la justicia social y el respeto a la diversidad institucional, cultural y lingüística de España.
Pablo Iglesias se ha mostrado muy crítico con todos aquellos que defienden al rey emérito y se ha dirigido al PSOE para augurarle que va tener muy difícil explicar en su próximo congreso que no sabía que Juan Carlos I se fugó.
Habrá «tensión» en esa cita congresual, ha vaticinado el exlíder de Podemos, porque cree que los delegados más jóvenes llevarán enmiendas en las que se plantearán un partido republicano tras 40 años de monarquía.
Ha arremetido también contra los partidos de la derecha y contra «esa figura de la ultraderecha» que, a su juicio, es la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso.
Según él, Ayuso está esperando a que Pablo Casado, presidente del PP, «dé un traspié» para convertirse en «la líder de la derecha y de la ultraderecha».
La Universidad de Otoño de Podemos ha cerrado con un manifiesto en el que insta a sus militantes a «defender lo logrado e ir a por más» y a superar al PSOE como fuerza principal del bloque progresista, a la vez que hace un llamamiento a la «gente decente» para que le acompañe en ese viaje.
Y todo para que dentro de una década, Podemos pueda «mirar atrás con una sonrisa y decir sí se pudo y lo hicimos juntas», concluye el texto.
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