El CSIC ha colgado un vídeo en el que Soler exhibe una muestra tomada por un compañero en una zona próxima al centro eruptivo que, a falta de verificación en laboratorio, se inclina a clasificar como sedimento oceánico preisla, lo que en la erupción del volcán submarino Tagoro, en El Hierro, se denominó ‘restingolita’.
En declaraciones a Efe, Vicente Soler indica que en casi todas las erupciones en Canarias se ha producido este fenómeno.
Explica que en la del volcán Tihuya (1585), también en la isla de La Palma, descrita por el ingeniero Leonardo Torriani, la erupción sacó «en frío, como un pistón», cuatro bloques del tamaño de un campanario de iglesia, hoy conocidos como «Los campanarios de Jedey».
El volcán de #LaPalma sigue su erupción con gran fuerza y arroja sedimentos oceánicos que se hallaban en el fondo marino antes de que se formaran las islas, hace 2 millones de años, como muestra Vicente Soler (@IPNA_CSIC) con este fragmento pendiente de confirmar en laboratorio pic.twitter.com/I6ohDRMdPn
— CSIC (@CSIC) October 14, 2021
Soler indica que la presencia de estos sedimentos «no es una novedad», pero sí lo fue hace diez años durante la erupción del volcán submarino Tagoro.
A partir de ahí, subraya, hay evidencia científica del arrastre de enclaves, de trozos de roca preexistentes, que engloba el magma y discurre con él, sin llegar a fundirlos. Aun con todo, admite, «el debate sigue en pie».
Vicente Soler destaca que es habitual la discrepancia entre científicos, entre los que hay «grandes diferencias personales e institucionales», y que se trata de un ámbito «competitivo».
Aunque en el caso del comité que asesora al gabinete de crisis de la erupción de La Palma señala que todas esas diferencias se aparcan.
«Se llega fácil a un consenso. Es un ejemplo edificante», valora, y añade que todos los organismos movilizados están «dando lo mejor» de sí mismos. EFE
Estrella Digital