Las coladas de lava de la erupción de Cumbre Vieja en La Palma no han afectado a nueva superficie en las últimas horas, aunque el volcán se mantiene activo con un comportamiento oscilatorio y una variabilidad «muy fuerte».
La directora del Servicio de Vulcanología del Instituto Geográfico Nacional, Carmen López, y el director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Rubén Fernández, han informado este viernes de la evolución de la erupción que desde hace varios días mantiene cierta estabilidad, aunque eso no significa que haya parado su actividad.
López ha explicado que las lavas siguen ocupando el sector central de la superficie afectada y transcurren hacia el noroeste y, aunque rebosan puntualmente algunos de los tubos y canales volcánicos preexistentes, no afectan a nueva superficie.
De hecho, la lava no fluye con la intensidad anterior y, por eso, no se mueven los frentes de las coladas, aunque se siguen produciendo «pulsos intensos», ha explicado López.
«Estamos en un momento de estabilidad dentro de una variabilidad muy fuerte», pero «eso no significa que el volcán esté parado, sigue emitiendo lava y está en un proceso de reajuste interno», de ahí que se mantenga intensa la sismicidad y la señal de tremor asociada, ha explicado.
El informe científico diario del Pevolca precisa que continúan activos varios centros de emisión con actividad intermitente, tanto de piroclastos como de lava, variando según se modifica la configuración de la zona eruptiva, y la nube de cenizas alcanza una altura de 3.500 metros.
La emisión de dióxido de azufre asociado al penacho volcánico alcanzó las 31.300 toneladas diarias el jueves, algo más que el miércoles, pero sin romper la tendencia descendente.
La falta de avance de la lava se constata en que las edificaciones afectadas no han aumentado, de acuerdo con los datos del sistema europeo de medición por satélite Copernicus, y se elevan a 2.714, de las que 2.581 están destruidas, ha dicho Rubén Fernández.
Tampoco ha aumentado la superficie cultivada afectada, 283 hectáreas, la mayoría plataneras (158 hectáreas), viña (59 hectáreas) y aguacate (24 hectáreas), como tampoco los kilómetros de carreteras destruidos, 63,8.
Respecto a la calidad del aire, el director técnico del Pevolca ha indicado que en la presencia de dióxido de azufre se ha observado una mejoría, mientras que con respecto a las partículas menores de 10 micras (PM10) en el día de ayer se mantuvieron niveles muy desfavorables en la estación de Los Llanos de Aridane.
El viento sopla del noreste y «tumba» el penacho hacia el suroeste sur, lo cual es bueno para la navegación aérea y hace prever que no habrá afecciones a los vuelos.
En las próximas horas, efectivos de Bomberos y de la Unidad Militar de Emergencias (UME) van a emprender labores de limpieza y saneamiento, utilizando maquinaria pesada, tanto para mejorar los accesos a la zona sur como para eliminar las acumulaciones de cenizas.
En algunos lugares las cenizas alcanzan los dos o tres metros e incluso cubren casas enteras, ha señalado Rubén Fernández.
También se van a limpiar imbornales en los municipios afectados para favorecer la canalización de las aguas pluviales, aunque se espera que las lluvias débiles que han afectado a la isla desde ayer vayan remitiendo.
Precisamente la meteorología ha interrumpido en las últimas horas las labores de acompañamiento a vecinos evacuados de la zona de exclusión para que acudan a limpiar sus casas de cenizas, pero se espera retomarlas mañana.
La recomendación de las autoridades es que los particulares solo limpien las azoteas transitables y que, para prevenir accidentes, pidan la ayuda de los servicios de protección civil para la limpieza de tejados o techados no transitables.
Durante el fin de semana se mantendrá el control del tráfico en los alrededores de Tajuya y las restricciones en un solo sentido para trasladarse entre El Paso y Los Llanos de Aridane.
Estrella Digital