En una entrevista con Efe, Alsina ha explicado que la reunión de trabajo del pasado septiembre con Albares tuvo lugar en Madrid y sirvió para que la consellera expusiera su «visión de la acción exterior de Cataluña».
«Le pedí su apoyo en un tema en el que necesitamos la voluntad política del Estado, para hacer posible la oficialidad del catalán en las instituciones europeas. Le expresé mi voluntad de hacer de este tema un tema importante, en el que necesitamos la complicidad del Gobierno central como Estado miembro de la Unión Europea», ha señalado.
Sin embargo, «no encontré la complicidad que buscaba del ministro, no hay la complicidad del Estado. Puerta cerrada», ha lamentado Alsina, a quien le «causó una profunda decepción» esta «falta de voluntad política» del Gobierno.
Alsina ha puesto de relieve que el catalán es «la decimotercera lengua más hablada de la Unión Europea», por lo que «es inconcebible que no se pueda utilizar con normalidad como una lengua de uso» en el Parlamento Europeo.
Otro de los retos que tiene sobre la mesa Alsina, consellera independiente nombrada a propuesta de JxCat, es la «consolidación de la acción exterior de la Generalitat».
Esa consolidación, ha precisado, pasa por ejemplo por «reforzar» la red de delegaciones de la Generalitat en el exterior, poniendo el foco en Europa, pero también ampliando su presencia en «regiones estratégicas del resto del mundo».
También es una de sus prioridades «dar una serie de servicios a toda la comunidad catalana en el exterior», que cifra en unas 400.000 personas y que sufre el «problema del voto exterior».
En este sentido, ha emplazado a los grupos del Parlament a hacer un esfuerzo para ponerse de acuerdo y aprobar una ley electoral catalana que aborde, por ejemplo, el voto electrónico.
Alsina ha puntualizado que la habilitación del voto electrónico «no depende exclusivamente» de Cataluña, sino también de un cambio en la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG).
Pero «si se aprobase una ley catalana propia, se podría incluir la modernización del sistema electoral y el tema del voto electrónico», que podría arreglar los problemas del voto exterior, ha destacado.
«Trabajo para obtener los consensos necesarios aquí y en Madrid para poder mover estos temas, pero por desgracia no dependen en exclusiva de la conselleria», ha indicado.
Alsina ha comentado asimismo que en sus reuniones con embajadores y cónsules nota que «hay un interés en seguir estrechando relaciones a todos los niveles, económico, académico, turístico», con Cataluña.
También se interesan, ha asegurado, por cuál es la situación política en Cataluña, las prioridades del Govern y la mesa de diálogo con el Estado.
Según Alsina, la reivindicación de un referéndum acordado con el Estado puede verse impulsada internacionalmente por el caso escocés, que «vuelve a ser muy importante» por sus posibles efectos sobre el conflicto catalán.
La consellera ha remarcado que, mientras en Escocia «se habla del 60 por ciento de apoyo sostenido en el tiempo a la reivindicación de un segundo referéndum», en Cataluña «ha habido un apoyo sostenido en el tiempo de entre el 70 y el 80 por ciento».
«En la Unión Europea no puede haber un doble estándar, lo que vale para Escocia debe valer para Cataluña», ha advertido Alsina.
«Me gustaría pensar que la Unión Europea puede ser consecuente con el paralelismo de las dos realidades», ha insistido. EFE
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