«Las misas que se celebran son un homenaje a Dios y una petición por el perdón de los pecados de los fallecidos», ha indicado a Efe un portavoz de la CEE tras la polémica sobre la celebración de una eucaristía en la catedral de Granada en la que se recordó al dictador en el 46 aniversario de su muerte.
Esas mismas fuentes ha observado que cualquier persona puede encargar una misa por un difunto, pero la intención de esa homilía nunca es la de celebrar un homenaje por la persona fallecida, sino pedir perdón a Dios por sus pecados.
«No hay misas homenajes a nadie», ha subrayado.
Desde la CEE no se han querido pronunciar sobre la presencia de símbolos franquistas en la celebración de la catedral de Granada a la que acudió el presidente del PP, Pablo Casado, con su familia el pasado 20 de noviembre. EFE
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