El movimiento cívico constitucionalista Impulso Ciudadano reclama «los mismos derechos» para todos los catalanes, con independencia de su lengua materna, y exige a los poderes públicos que «favorezcan la convivencia y la libertad de usos lingüísticos».
Esta entidad ha hecho público este domingo un comunicado en el que asegura que «el nacionalismo identitario en las últimas décadas trata de transformar la realidad social para progresivamente ir reduciendo el papel del castellano y convertirlo en una lengua ‘impropia’ cuya oficialidad en Cataluña se justifica por razones exógenas» a esta comunidad.
Bajo el título «Constitución, lenguas y derechos lingüísticos en Cataluña», Impulso Ciudadano ha hecho público un documento con motivo de la celebración mañana del Día de la Constitución, en el que niega que el catalán esté en peligro de desaparición y atribuye esta afirmación al «interesado alarmismo» de «sectores del nacionalismo identitario».
«En todo el mundo más de diez millones de personas entienden el catalán, y lo hablan más de siete millones de personas. No es, ni muchísimo menos una lengua en peligro de extinción», se afirma en este documento.
Impulso Ciudadano denuncia que «los gobiernos nacionalistas han implementado políticas de marginación del castellano que lo han convertido en residual en ámbitos como el educativo y que han resultado especialmente dañinas para la convivencia en la escuela».
«La Generalitat -asegura la entidad- ha sido contumaz en su desprecio a la exigencia constitucional de que el castellano sea lengua de aprendizaje junto con el catalán».
Desde el independentismo, añaden, se pretende «reducir el castellano a una lengua de uso privado» y argumentan que la defensa de una lengua minoritaria «no puede justificar el uso obligatorio en los ámbitos privados ni restringir los derechos lingüísticos de los hablantes de la lengua mayoritaria».
Impulso Ciudadano considera que «se ha espiado a los niños en los patios de los colegios», se quiere «influir en la lengua que utilizan en sus juegos», la universidad «pretende limitar el derecho de opción lingüística de los profesores y alumnos» y «vuelven los episodios de acoso a las familias que reclaman la escolarización bilingüe», además que algunas plataformas «alientan la coacción a empleados de los comercios que atienden en español».
«Estas muestras de intolerancia han de ser condenadas con energía y, sin embargo, las instituciones son remisas a hacerlo y tampoco asumen que las políticas de lengua obligatoria no benefician a la promoción del catalán, que pasa a ser visto como una lengua forzada en vez de querida», según el citado documento.
Por todo ello, piden un nuevo consenso que garantice los derechos lingüísticos de todos los catalanes y que sean los ciudadanos los que decidan qué lengua utilizar.
Impulso Ciudadano pide asegurar esos derechos en todos los ámbitos, como los medios públicos de comunicación, los premios literarios y las actividades culturales, porque la promoción del catalán, cuando esté justificada, no puede llevar nunca a la exclusión del castellano».
Estrella Digital