Ese día de 1976 la Policía disolvió a tiros una asamblea de trabajadores que se estaba celebrando en la iglesia de San Francisco de Asís con el resultado de cinco obreros muertos y cientos de personas heridas. Martín Villa era entonces ministro de Relaciones Sindicales.
La jueza argentina María Servini abrió un auto de procesamiento contra Martín Villa por la muerte de cuatro personas entre 1976 y 1978, entre ellas tres de los obreros muertos en Vitoria, que recurrió el exministro. Posteriormente la justicia argentina revocó la decisión de la magistrada y dictó el sobreseimiento de la causa.
La denuncia de Unidas Podemos se ha formalizado después de que el pasado lunes Martín Villa asegurara que pudo ser «responsable político y penal de aquellas muertes» aunque defendió que «no era posible» que él formara parte de algunos gobiernos en la transición que «urdieron un plan sistemático, deliberado y generalizado» de «aterrorizar» a españoles partidarios de un Gobierno democrático como decía la jueza Servini.
Los diputados de la coalición morada Pilar Garrido, Juantxo López de Uralde y Roberto Uriarte piden en su denuncia que «a la vista de las manifestaciones realizadas por Rodolfo Martín Villa» en las que «alude a una posible responsabilidad política y penal», se aclaren esas declaraciones en sede judicial «por afectar a hechos muy graves» así como la «posible responsabilidad e intervención en los mismos» del exministro.
En declaraciones a los medios de comunicación, López de Uralde ha recordado que estos hechos ocurridos en la capital vasca no han tenido una investigación judicial «en condiciones» y todavía a día de hoy no hay ningún responsable penal ni político.
Ha considerado que las declaraciones de Martín Villa «autoinculpándose» de estos hechos «abren la vía» a esa investigación judicial y penal.
López de Uralde ha reconocido que en las manifestaciones del exministro hubo «un tono de mofa e ironía» pero «a veces cuando la boca se calienta se dicen las verdades», de ahí la necesidad de que el juzgado investigue.
En la misma línea, Pilar Garrido ha dicho que las manifestaciones del exministro «no pueden quedar sin respuesta», porque, si no, da la sensación de «una cierta impunidad» con algunos delitos muy graves. EFE
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