El secretario general de Junts per Catalunya (JxCat), Jordi Sànchez, ha presentado una querella contra el presidente del PP, Pablo Casado, por llamarle «delincuente» y afirmar que destrozó un coche de la Guardia Civil el 20 de septiembre de 2017 en el marco del proceso independentista catalán.
La defensa de Sànchez considera que afirmaciones como éstas podrían ser constitutivas de un delito de calumnias o, subsidiariamente, de injurias, de modo que ha pedido al Tribunal Supremo que investigue al líder del PP, según la querella a la que ha tenido acceso Efe.
El conflicto nace después de que el secretario general de JxCat, que fue condenado a nueve años de prisión por sedición en la causa del «procés», anunciase la semana pasada que se querellaría contra Casado después de que no acudiese al acto de conciliación de la querella que JxCat presentó contra él por un delito de calumnias, injurias e incitación al odio consecuencia de sus afirmaciones sobre la enseñanza en Cataluña.
La querella presentada este lunes hace referencia a otras afirmaciones que Casado realizó el pasado 19 de diciembre en un acto en Zaragoza, donde dijo: «Que un señor que ha sido condenado a 9 años de cárcel, que ha destrozado un coche de la Guardia Civil y se ha subido con un megáfono a instigar a la violencia contra las administraciones del Estado a mi (sic) no me va a dar lecciones de legalidad ni de democracia».
Sànchez cree que Casado realizó manifestaciones como ésta y otras que adjunta en su querella «siendo plenamente consciente de su falsedad», ya que «contradicen» la sentencia del Tribunal Supremo en la que fue condenado, donde se dijo que «los vehículos de la Guardia Civil fueron dañados por algunos manifestantes no identificados», defiende el líder de JxCat.
Niega Sànchez que haya instigado nunca a la violencia y acusa a Casado de atacarle personalmente con sus comentarios y atribuir «hechos claramente delictivos» como «alimentar el odio a España y atacar a niños» a los miembros de los partidos que garantizan la estabilidad política del Gobierno, donde sitúa «errónea y malintencionadamente, a Junts per Catalunya».
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