Éste es el segundo foco de este tipo que aparece en aves silvestres en territorio catalán este 2022, después del detectado en el río Segre (Lleida), donde se localizaron cuatro cisnes y una cigüeña también muertos.
En el caso de Aiguamolls de l’Empordà, el ejemplar con el virus se encontró el 17 de enero en el marco del refuerzo de vigilancia pasiva del programa de vigilancia de la gripe aviar en Cataluña y fue trasladado al centro de recuperación de fauna del parque, donde se extrajeron muestras para su análisis.
Como medida de prevención tras la notificación del foco, los servicios veterinarios de la Generalitat, en coordinación con el Cuerpo de Agentes Rurales, realiza visitas de control a las explotaciones aviarias en un radio de diez kilómetros alrededor de la localización de la cigüeña.
En ellas, se comprueban las medidas de bioseguridad y el estado clínico de las aves de corral para descartar cualquier sospecha de la enfermedad.
Esta acción no implica restricciones de movimiento de aves vivas o de sus productos en las explotaciones ubicadas dentro de ese radio de diez kilómetros.
Además, el Cuerpo de Agentes Rurales ha intensificado la vigilancia pasiva en la zona en la que se localizó la cigüeña muerta y se mantienen las medidas de prevención dictadas por la Generalitat el pasado 12 de enero.
Entre ellas se prohíbe la utilización de ocas, patos o cisnes como reclamos de caza, la cría de las dos primeras especies con otras aves de corral y la de estas últimas al aire libre.
Tampoco se permite el suministro de agua procedente de depósitos al que puedan acceder aves silvestres, excepto si existe tratamiento, ni la presencia de las de corral o cautivas en general en centro de concentración de animales como certámenes ganaderos o celebraciones.
La Generalitat destaca que se puede consumir con seguridad carne de origen aviar como huevos o productos derivados ante la ausencia de indicios que apunten a que el virus puede transmitirse a humanos a través de su consumo. EFE
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