Esta estrategia, que sustituirá a la aprobada en 1999, debería haber entrado en vigor antes de finalizar 2021, según anunció hace un año la vicepresidenta tercera y responsable del Miteco, Teresa Ribera, coincidiendo precisamente con el Día Internacional de los Humedales que se celebra cada 2 de febrero, pero las gestiones para su redacción han retrasado su puesta en marcha.
Marquínez ha precisado que «disponemos de un borrador, que requiere de un trámite importante para incorporar sugerencias o problemas de todas las delegaciones del propio Ministerio, de otras administraciones o informaciones públicas», si bien «por la experiencia en el trámite de este tipo de documentos» calcula que la documentación será «aprobada con seguridad» en el año en curso.
La nueva ENH será «ambiciosa», asegura, y para demostrarlo cita algunos de sus objetivos como «la restauración para 2030 de 20.000 hectáreas de humedales y de 3.000 kilómetros de corredores fluviales» o una actuación más profunda en relación con varias especies en peligro de extinción, como el visón europeo, la nacra o la cerceta pardilla.
El 25% de las especies de los humedales están amenazadas de extinción
Aves acuáticas
Mamíferos de agua dulce
Tortugas marinas
Especies de los arrecifes de coralEs imprescindible preservar estos ecosistemas fundamentales para el planeta #DiaMundialDeLosHumedales pic.twitter.com/EAUFBkCkRA
— Transición Ecológica y Reto Demográfico (@mitecogob) February 2, 2022
Para la restauración de estos espacios naturales, ha destacado la importancia de los fondos europeos distribuidos mediante el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, un dinero que será gestionado «a través tanto de administraciones autonómicas y locales como de las convocatorias de la Fundación Biodiversidad».
Así, ha indicado que las CCAA disponen ya de casi 500 millones de euros para afrontar la rehabilitación de más de 30 humedales, mientras que la Fundación Biodiversidad cuenta con otros 75 millones para aplicar en «corredores fluviales, para restauración de riberas», además de una convocatoria «genérica, pero que incluye humedales» de otros 20 millones.
La administración local también contará con una ayuda inicial de 58 millones de euros «a la que seguirá de modo inmediato otra de 62 millones» que irán destinados a preservar «la biodiversidad urbana y también con carácter general, en zonas verdes terrestres y húmedas del ámbito urbano».
Marquínez ha insistido en que, de esta manera, 2022 «será un momento de una importante actividad de restauración porque todas las administraciones estaremos trabajando en esto».
Entre los planes de recuperación natural a nivel regional figuran las actuaciones del gobierno autonómico en las Islas Baleares que continuarán «las labores que desde 2015 se llevan a cabo en este aspecto», ha explicado a Efe el Consejero de Medio Ambiente balear Miquel Ric.
Las dos principales actuaciones hasta el momento fueron «la declaración en 2017 del Parque Natural de Es Trench-Salobrar de Campos y la ampliación del Parque Natural de la Albufera de Mallorca», así como la mejora de la calidad del agua del Parque y la declaración dentro del ámbito del Plan de Ordenación de Recursos Naturales de todos sus torrentes «para incrementar la capacidad de gestión integral».
El ejecutivo balear tiene previsto publicar su propia Estrategia Regional de Humedales, en la línea de la ENH, si bien Ric está convencido de que «cuando el Miteco pida información a las CCAA para su texto, Baleares estará en disposición de presentar no sólo una estrategia, sino resultados».
Sin abandonar el archipiélago, a nivel local Alcudia (Mallorca) también ha llevado a cabo sus proyectos de restauración en las zonas húmedas de Maristany y dels Ponts, ha certificado a Efe su responsable de Medio Ambiente, Tomás Adrover, quien ha destacado la colaboración de WWF.
El gobierno municipal ya ha presentado un plan de recuperación del primer humedal y está preparando el del segundo y, para ambos, solicitará la ayuda de los fondos europeos. EFE
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