Con esta decisión, motivada por el rápido descenso de los contagios y que ha sido hecha pública por la consejera de Sanidad, Sira Repollés, en Aragón se «vuelve a la normalidad» previa a las restricciones adoptadas el 28 de diciembre ante el explosivo incremento de casos positivos en la Comunidad.
De este modo, el limite de cierre en los establecimientos públicos (bares, piscinas, comercios, gimnasios, de culto, culturales o celebraciones), aforos y actividad serán los permitidos por la licencia y se autoriza el consumo en barra, mientras los eventos multitudinarios con más de 500 personas en interior y 1.000 en el exterior requerirán autorización previa.
El certificado covid-19 solo deberán aportarlo las personas mayores de 12 años en visitas a hospitales y centros sociales, medida que de momento se mantiene hasta el 8 de marzo.
En el caso de los centros educativos, la consejera ha confirmado que el protocolo sigue la estrategia marcada a nivel nacional y no ha cambiado.
Desde el Gobierno de Aragón esperan que con las medidas de control y vacunación adoptadas la incidencia siga bajando e insisten en que ahora es más fácil tomar decisiones porque ha comenzado a bajar la hospitalización y la presión asistencial en Urgencias y en Atención Primaria, así como la realización de autotest que, no obstante, siguen representando un porcentaje alto en las cifras totales de casos, el 60 %.
Tras un pico de 3.295 casos de incidencia acumulada por 100.000 habitantes a 7 días el 13 de enero, la Comunidad presenta en estos momentos una tasa de 1.417,6, con un «buen ritmo de descenso» en todas las franjas de edad.
Preguntada también por la regulación del uso de mascarillas en el exterior, la consejera ha precisado que no forma parte del orden del día de la próxima Comisión Interterritorial entre las Comunidades autónomas pero ha reconocido que «más pronto que tarde» habrá que reducirlo mientras en el interior, el director general de Salud Pública, Francisco Falo, ha recordado que la medida «sigue teniendo un papel muy importante» y es «de obligado cumplimiento». EFE
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