En una rueda de prensa en la sede de su partido, Abascal ha descartado volver a presentar una moción de censura contra Sánchez, cuyo Gobierno ha insistido en definir como «uno de los peores de todos los tiempos», aprovechando la guerra interna en el PP.
Y ha manifestado en varias ocasiones que no quería apelar al «voto útil» para recabar apoyos entre los desencantados de este partido y expulsar así a Pedro Sánchez de la Moncloa, convencido de que Vox «muy pronto puede ser el primer partido de los españoles».
Es más, el presidente de Vox ha evitado hacer sangre con las turbulencias internas en el PP al proclamar que no utilizará su «momento de zozobra» y asegurar: «Nosotros no nos regocijamos en crisis ajenas». Ni siquiera ha querido Abascal aventurar si él vería más factible pactar con Isabel Díaz Ayuso que con Pablo Casado.
Eso sí, ha denunciado el juicio público y mediático al que se está sometiendo a la presidenta regional por los contratos de su hermano en la compra de mascarillas durante la pandemia, y ha reclamado la «presunción de inocencia» para la presidenta de la Comunidad de Madrid.
El líder de Vox ha expresado «preocupación» por el enfrentamiento interno que está viviendo el PP y ha mostrado contención al recordar que las últimas encuestas dan a su partido una intención de voto mayor que a los populares, bajo el argumento de que «el único ‘sorpasso’ que nos interesa es el ‘sorpasso’ al PSOE» de Pedro Sánchez.
Así que él ve que hay una «mayoría social» que comparte un «programa de mínimos» contra la «amenaza» del separatismo y los demás males que achaca al Ejecutivo de coalición.
Pero al traducirse en una posible alternativa «es posible que los números no den» para desalojar a Sánchez y entiende que se ve perjudicada por la «debilidad» de los partidos que puedan conformarla, como es el caso del PP.
Una alternativa para la que no quiere que los defraudados con otros partidos voten a Vox «con la nariz tapada» porque su «mayor drama» sería que estos votos acabaran en la abstención y se desperdiciaran impidiendo así derribar al PSOE.
Así que él confía en que el espectro de la derecha se una en esta alternativa y todos puedan votar «a aquellos partidos que coinciden con su programa electoral».
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