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Madrid, 21 feb (EFE).- El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, quiere dejar la Portavocía nacional del PP para poder concentrarse en su labor como regidor, pero buscará que su cambio en el organigrama del partido sea pactado, según han informado a Efe fuentes de su entorno.
Martínez-Almeida tenía intención de dejar este puesto, que le obliga a tener un doble papel -institucional y de partido- desde hace tiempo. Ante la guerra abierta entre el líder del PP, Pablo Casado, y la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, buscará dejar el cargo de común acuerdo.
El alcalde de Madrid se ha visto salpicado por la guerra entre ambos dirigentes después de que se denunciase un espionaje contra Díaz Ayuso a través de una empresa municipal madrileña; el pasado jueves compareció ante los periodistas para negar que se hubiese realizado encargo alguno a detectives desde el Consistorio.
Ese día prefirió no responder preguntas en calidad de portavoz nacional del PP y desde entonces ha guardado silencio en lo referente a la crisis abierta en el partido.
Martínez-Almeida fue nombrado portavoz nacional del PP en agosto de 2020, cuando Casado renovó su dirección para cesar como portavoz de los populares en el Congreso a Cayetana Álvarez de Toledo. Desde entonces, el regidor ha compatibilizado en las mismas comparecencias de prensa las funciones de alcalde y portavoz.
El puesto le ha ido generando obstáculos con el paso de los meses y, sobre todo, con el choque abierto en su formación entre la presidenta de la Comunidad de Madrid y Génova, que empezó a despuntar con claridad en septiembre del año pasado, cuando el líder de los populares metió al regidor en la terna por presidir el PP madrileño.
Como portavoz, Martínez-Almeida ha salido al paso, primero, de las críticas a la gestión sanitaria de Díaz Ayuso, después a las noticias sobre la tensión entre la presidenta regional y el secretario general del PP, Teodoro García Egea, y, por último, a las acusaciones de espionaje.
La supuesta investigación contra Díaz Ayuso, negada por Génova y por el Consistorio madrileño, provocó la caída de Ángel Carromero, el señalado como responsable de esta operación, que el pasado jueves presentó su dimisión como director general de la Coordinación de la Alcaldía de Madrid.
Mientras se han sucedido todas estas polémicas, la gestión del regidor madrileño ha quedado en segundo plano, cuando falta apenas un año y tres meses para las elecciones municipales de 2023, una circunstancia que preocupa tanto al regidor como a su equipo.
Elegido por Casado, primero como candidato a la Alcaldía en 2019 y después como portavoz nacional del PP, Martínez-Almeida ha evitado confrontar con el líder de su partido, al que ha respaldado en numerosas ocasiones.
Sin embargo, y al contrario que otros dirigentes, el alcalde de Madrid no se ha posicionado ni con Génova ni con Díaz Ayuso en la guerra abierta entre ambos, que llevó este domingo a miles de simpatizantes del PP, seguidores de la presidenta -entre 3.000 y 3.500 según la Delegación de Gobierno- a pedir a las puertas de la sede nacional del PP la dimisión de Pablo Casado y de su número dos, Teodoro García Egea. EFE
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