Según el barómetro, elaborado entre el 1 y el 12 de febrero pasados, el PSOE obtendría un 28,6 por ciento en estimación de voto, una décima más que en enero, en tanto que el PP se quedaría en el 21,3 frente al 21,5 del mes pasado.
Por su parte, Vox subiría una décima, alcanzando el 14,8 por ciento de los sufragios; Unidas Podemos escalaría medio punto hasta el 13,6 por ciento, en tanto que Ciudadanos rompería su tendencia a la baja, y del 4,0 por ciento de enero subiría hasta el 4,8 por ciento en el barómetro de febrero.
Más País/Compromís pasa a ser la sexta fuerza con un 2,5 por ciento, por delante de ERC, con un 2,4 en estimación de voto.
Le sigue JxCat, con el 1,6 por ciento, mientras que el PNV obtendría el 1,3 y Bildu, el 1,1 por ciento de los sufragios según el CIS.
Ya entre los partidos minoritarios, la encuesta concede a la CUP un 1,0 por ciento; BNG, un 0,6, y un 0,1 a NA+, CCa-NC, Teruel Existe y PRC.
El PACMA, partido sin representación en el Congreso, obtendría según el CIS, un 1,5 por ciento de los votos. EFE
La encuesta introduce este mes, por primera vez en la serie histórica, «el margen teórico de error» de cada una de las estimaciones de voto de los partidos.
Así, para el PSOE calcula un margen de error teórico del +-1,5 por ciento, y del +-1,3 por ciento en el caso del PP.
Pasadas las elecciones en Castilla y León, en las que el CIS falló en sus encuestas en las que daba por vencedor al PSOE, el instituto que preside José Félix Tezanos justificó esos errores precisamente en las amplias horquillas de escaños y el margen de error que tienen todos los sondeos.
Encuestas, añadía el CIS en una nota, que se sitúan en el plano de la «actividad investigadora» y científica «y no en el de la magia y/o la adivinación».
Más allá de la estimación de voto, el indicador de la confianza que suscita entre los españoles el líder del PP, Pablo Casado, figura bajo mínimos, ya que al 87,5 por ciento de los entrevistados le genera «poca» o «ninguna» confianza y solo al 8,6 por ciento le inspira «mucha» o «bastante».
Entre tanto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sí mejora sus resultados, porque si en enero inspiraba «mucha» o «bastante» confianza al 27,4 por ciento, ahora este porcentaje sube al 30,1; a la par, el valor de desconfianza desciende en su caso del 69,3 por ciento a un 66,4 por ciento, siempre según el CIS.
La encuesta vuelve a pulsar la opinión ciudadana sobre los principales líderes políticos, sin cambios significativos, con la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en cabeza, al repetir la mejor nota de todos, 4,87 puntos sobre 10 que elevan ligeramente los 4,82 del anterior barómetro. De nuevo, ninguno logra el aprobado.
Le sigue en segundo puesto Pedro Sánchez gracias a una nota media de 4,49, que también mejora su 4,34 de enero.
En cuanto a los problemas del país, el CIS revela que la preocupación de los ciudadanos por la pandemia ha caído de forma significativa en el último mes, al caer 11,6 puntos y pasar del segundo al tercer puesto, con el paro a la cabeza de la tabla.
El desempleo, que en el anterior muestreo era la tercera preocupación con un porcentaje de menciones acumuladas del 32,2 por ciento, sube ahora a la primera posición al recabar el 38,1 por ciento de citas, seguido de la crisis económica, que prácticamente repite porcentaje, con un 33,3.
La encuesta también pregunta a los ciudadanos por la pandemia y el 68,4 por ciento de los vacunados afirma que se pondrá una nueva dosis de refuerzo contra la covid, un 16,2 por ciento no está dispuesta a recibir la vacunación de recuerdo y un 8,2 por ciento se muestra dudoso.
Entre los que no se han vacunado, la razón principal que esgrime el 26,8 por ciento es que no se fían de las vacunas (argumento que crece tres puntos en relación a la encuesta de hace un mes), mientras que un 18,3 por ciento admite tener miedo a riesgos colaterales para la salud, ocho puntos menos que en el barómetro de enero.
Según el barómetro, el 70,9 por ciento cree que lo peor de la pandemia ha pasado ya aunque un 11,7 % considera que sigue en un momento muy desfavorable y un 6,5 %, más pesimista, está convencido de que «lo peor aún está por llegar». EFE
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