Así lo ha expresado Illa en la presentación de su informe político en la reunión del Consejo Nacional del PSC, una cita que ha arrancado antes con la aprobación de una resolución del partido para «condenar rotundamente la agresión de Rusia a Ucrania» y apoyar la gestión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de la OTAN y de la UE.
Ante esa «agresión injustificada» en palabras de Illa, el dirigente ha querido reivindicar el legado de exdirigentes del PSC como los exministros de Defensa Narcís Serra y Carme Chacón o el actual alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, el «catalán con más responsabilidades en el mundo».
«Es tiempo de tener claro cuál es nuestro lugar», ha señalado el líder del PSC. «No es tiempo de experimentos. Es tiempo de estabilidad, de buen gobierno, de política útil y de buena política».
En ese sentido, Illa ha hecho un alegato en favor de la «buena política» de los socialistas, en contraste con la «mala política» que, a su juicio, ejerce el Govern de Pere Aragonès y partidos independentistas como ERC, JxCat y la CUP.
Como ejemplos de esa «buena política», ha destacado que el PSC ofreció hasta 43 posibles acuerdos al president Aragonès, entre ellos para una financiación «justa»; la reforma laboral aprobada por el Gobierno; los «avances» de la Comisión Bilateral Estado-Generalitat; o el pacto para desbloquear la renovación de cargos «sin renovar desde años» en Cataluña.
En contraposición, ha lamentado la «mala política» del independentismo, como las «purgas» en los Mossos d’Esquadra para «instrumentalizarlos»; o «cerrar el Parlament y mentir al resto de grupos porque un diputado se saltó las reglas en campaña electoral», en alusión a la gestión del caso Juvillà por parte de la presidenta de la Cámara, Laura Borràs (JxCat).
También ha reprochado al president Aragonès que «no es tiempo de la mala política de ausentarse y dejar la silla vacía en la Conferencia de Presidentes» o de «negar el diálogo entre catalanes», como también ha afeado que «se ataque el castellano injustificadamente por parte de algunos».
Para Illa, este escenario un año después de las elecciones catalanas demuestra la necesidad, «más que nunca, de un cambio de rumbo», en el que el PSC debe ser «piedra angular».
«Es momento de buena política de acuerdos, no de división. Política de respeto y no de confrontación permanente y de culpar a los otros, sin asumir nunca la responsabilidad. Política de identidades compartidas y no de excluyentes», ha agregado.
Por ello ha instado a su partido a guiarse por ocho ejes, entre ellos «gobernar bien» sin buscar la «maniobra corta», pero sobre todo haciéndolo con «realismo» ya que «no es momento de populismo ni de fijar horizontes imposibles que solo generan frustración».
Y ha recetado sentido común, aludiendo al rechazo de ERC a la reforma laboral: «¿Qué es eso de votar en contra del pacto al que llegan sindicatos y patronales? La única línea de acción que se le adivina al Govern es la de un pacto contra los sindicatos. ‘No’ a la reforma laboral y ‘no’ a hablar con los sindicatos sobre el avance del calendario escolar».
Para el líder socialista, «Esquerra va contra los sindicatos y se reúnen con Bildu para reafirmar ese pacto contra los sindicatos», ha agregado, refiriéndose a la reunión de este viernes entre Oriol Junqueras y Arnaldo Otegi en Barcelona.
Por último, ha querido agradecer especialmente el papel de la exdelegada del Gobierno en Cataluña Teresa Cunillera tras unos años «nada fáciles»: «La forma que ha tenido de desarrollar su trabajo me recuerda a un buen árbitro de fútbol, del que nadie habla ni se acuerda de su nombre porque hace bien su trabajo», ha sentenciado. EFE
Estrella Digital