Podemos ha moderado sus reproches a Pedro Sánchez por el envío de armas a Ucrania y aclara que no se plantea romper el Gobierno mientras el PSOE niega tensiones y el PP pide al presidente del Gobierno que tome medidas y cese a las ministras de Podemos críticas con la posición oficial del Ejecutivo.
Después de que el domingo la ministra de Asuntos Sociales, Ione Belarra, acusara al PSOE, aunque sin citarlo, como «partido de la guerra» y la víspera de que Sánchez visite a las tropas españolas en Letonia, la portavoz de Podemos, Isa Serra, ha negado que Belarra se estuviera refiriendo a su socio en el Gobierno como un «partido de la guerra».
Pese a esta moderación en el discurso, Podemos sí ha criticado la «hipocresía» que supone, a su juicio, enviar armas mientras se pagan millones de euros a Putin por el gas que importa Europa y que le sirve para financiar los ataques contra Ucrania.
Las diferencias sobre la invasión rusa no solo afectan al PSOE y Unidas Podemos, sino incluso dentro de la propia formación morada, después de que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se haya alineado claramente con la decisión de Sánchez.
Un hecho que no impide que Podemos siga apostando porque Díaz encabece la candidatura del espacio morado para las próximas elecciones aunque ella todavía no haya dado ese paso.
Desde el PSOE, Felipe Sicilia ha negado que exista tensión dentro del Gobierno de coalición ante la guerra de Ucrania y considera que las únicas discrepancias están precisamente dentro de Podemos ya que «todos los ministros y ministras tienen claro que la política exterior la dirige el presidente del Gobierno».
«No hay ninguna división, solo discrepancias en unas medidas concretas, pero dentro de un partido que está en el Gobierno», ha asegurado.
En esta misma línea, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, considera normal que haya matices entre los diversos partidos del Ejecutivo, aunque sí ha rechazado que la celebración del 8 de marzo pueda perder este año el sentido de lucha por los derechos de las mujeres para convertirse, como ha pedido el Ministerio de Igualdad de Irene Montero, en una reivindicación del «no a la guerra».
Rodríguez, en una entrevista en Telecinco, ha subrayado que el 8M es una cita muy importante para todas las mujeres y, en esta ocasión, con un foco especial para las mujeres ucranianas y las rusas «que también padecen a Putin».
Críticas duras al Gobierno desde el PP, que ha arremetido contra Podemos por cambiar de opinión en menos de 24 horas y estar más preocupado en «conservar los sillones del Consejo de Ministros que la paz en Ucrania».
«Cuando se trata de que los tiren del Gobierno, de repente, un paso atrás y perdón al PSOE si le han ofendido», ha denunciado el presidente del comité organizador del congreso del PP, Esteban González Pons.
Para el PP es «impresentable» que teniendo soldados españoles en las repúblicas bálticas, en Bulgaria y en el Mediterráneo «una parte del Gobierno comprenda las razones de Putin, del asesino y enemigo de la libertad» y por ello, ha reclamado su salida del Ejecutivo.
Opinión que comparte Alberto Núñez Feijóo, que ha cuestionado que tanto Irene Montero como Ione Belarra sigan formando parte del gabinete de Pedro Sánchez.
“Un presidente del Gobierno no puede aceptar que una parte de su gabinete califique al partido mayoritario del Gobierno como un partido de guerra. No puede aceptar que esas ministras sigan formando parte del Gobierno como si nada hubiese ocurrido y como si fuese una discrepancia menor”, ha alertado.
Reproches también del portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, que ha animado a Sánchez a desalojar a Podemos del Gobierno: «el partido de la guerra contra la libertad, contra los derechos humanos y contra el sentido común».
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