La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, ha arremetido contra el «pacto de la vergüenza» del PP con Vox para entrar en el Gobierno de Castilla y León y ha implicado al nuevo líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, en una operación que por vez primera lleva a la «extrema derecha» a gobernar una región.
Es más, en declaraciones en el Congreso, Lastra ha hecho hincapié en que gracias al PP encabezado en Castilla y León por Alfonso Fernández Mañueco, es la primera ocasión en que una formación de «extrema derecha» accede al Ejecutivo de una región europea, y ha insistido en que Feijóo avala y respalda el acuerdo y «de ninguna manera ha sido ajeno» a ello.
En su opinión, el pacto de legislatura alcanzado por Mañueco con Vox hace que hoy sea un «mal día para la democracia española» porque la extrema derecha «vuelve a gobernar 40 años después», de la mano del PP, partido al que ha acusado de «mercadear» y de haber traicionado los derechos de los castellanos y leoneses, en especial a las mujeres de esta comunidad.
«Este PP nuevo es el más viejo de todos», ha recalcado la diputada y dirigente socialista, puesto que además de «traicionar» a los ciudadanos de Castilla y León está acordando «tapar la corrupción».
Según su interpretación, Feijóo va a liderar el PP después de haber pactado con la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, para «tapar su corrupción».
Ha lamentado particularmente que el PP no haya querido aceptar la oferta que el hizo el PSOE para establecer un «cordón sanitario» en torno a Vox; «les tendimos la mano», ha enfatizado, para buscar un entendimiento y no depender de Vox y sin embargo «Feijóo ha decidido abandonar a los demócratas», ha manifestado.
Adriana Lastra ha explicado que la oferta al PP de los socialistas no se refería solo a la investidura de Alfonso Ferández Mañueco sin tener que recurrir a los votos de Vox, sino que ofrecían «un acuerdo de gobernabilidad para cuatro años».
También ha dicho que se sabía que el PP y Vox iban a llegar a este «pacto de la vergüenza» desde hace tiempo, sobre todo desde que Mañueco se levantó de la reunión que mantuvo con el líder del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca.
Rompió aquel encuentro a los 15 minutos porque, ha sostenido, no tenía interés en acordar nada con él y ya sabía «a quién tenía que traicionar y qué tenía que mercadear».
Estrella Digital