«Debemos hacerlo», ha reconocido Sánchez en una entrevista en La Sexta, en la que ha alertado de que toda Europa tiene que «tomar nota» de lo que está pasando en Ucrania, y al igual que debe ganar en autonomía energética, debe mejorar sus capacidades de Defensa junto a sus aliados de la OTAN.
Preguntado si hay «riesgo de una Tercera Guerra Mundial», Sánchez ha dejado claro que es exactamente eso lo que se quiere evitar y, por ello, cree importante «medir las palabras» porque tras una escalada bélica como la actual puede venir «algo irreversible» con una potencia nuclear como Rusia involucrada.
Ha recordado que el artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte obliga a todos los miembros de la OTAN a defender de forma solidaria a cualquier socio que sea atacado por un tercero, algo a lo que respondería también España de inmediato, «aunque no es el escenario en este momento», ha afirmado.
«El ansia expansionista de Putin está ahí», ha reconocido el presidente del Gobierno sobre un hipotético ataque a países más allá de Ucrania, como Polonia.
Tras insistir en que es necesario «medir las palabras» y apostar por las vías diplomáticas, se ha mostrado convencido de que «parar la guerra es parar los pies a Putin», un líder ruso que, ha agregado, intenta que los valores de democracia y libertad de Europa se expandan a su país.
«Hay que parar los pies a Putin ahora, en Ucrania, porque no sabemos qué país va a ser el siguiente», ha advertido Sánchez, que ha dado por zanjada cualquier discrepancia con su socio de Gobierno de Unidas Podemos por la estrategia frente a Rusia.
«Dije en las Cortes que la posición de Podemos no era la correcta, porque quien ha decidido la guerra es Putin. Ni la quiere Ucrania, ni la OTAN, ni la UE», ha insistido el jefe del Ejecutivo, que considera que la batalla que se está registrando es «por la libertad», no solo de los ucranianos, sino de todos los europeos.
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