La asociación de guardias civiles Jucil, mayoritaria en el cuerpo, ha reclamado este lunes al Defensor del Pueblo más medios humanos y materiales para afrontar los saltos irregulares de inmigrantes a las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla.
Representantes de Jucil se han reunido con la adjunta primera al Defensor del Pueblo, Teresa Jiménez-Becerril, después de que esta institución anunciara la apertura de una actuación de oficio tras las imágenes difundidas en la prensa de varios agentes golpeando a un inmigrante tras un salto en marzo de la valla de Melilla.
Ante la apertura de esa actuación, Jucil ha entregado a Jiménez-Becerril un informe en el que detalla las carencias de medios de los agentes en los perímetros fronterizos de Ceuta y Melilla y le relaciona los que la asociación cree que deben implementarse.
Un informe, al que ha tenido acceso Efe, donde se recuerdan algunos saltos masivos, como el del 3 de marzo pasado cuando intentaron entrar 2.500 inmigrantes.
De ellos, algunos, según Jucil, actuaron «con una estrategia coordinada por las mafias de tráfico de personas. Provistos de garfios afilados, arrojando piedras, cal viva y orines a los agentes de la Guardia Civil». Cincuenta miembros de este cuerpo y tres policías nacionales resultaron heridos de diversa consideración, especifica el informe.
«Aun entendiendo el drama que significa la migración ilegal, debemos de entender que esta, cuando se produce de esta manera, genera una sensación de inseguridad entre la población difícil de combatir ante la más que alarmante falta de agentes», recalca Jucil.
Según la asociación, en Ceuta faltan 35 agentes de una plantilla de 608 guardias civiles, mientras que en Melilla faltan 79 para cubrir el catálogo.
De todos modos, Jucil cree que además de cubrir el 100 por ciento de las plantillas, estas deben ser reforzadas con más puestos fijos para estas dos comandancias, de tal manera que en cada una de ellas hubiera unos 800 efectivos, con un porcentaje significativo dedicado permanentemente a la protección de la valla.
Entre los medios materiales, Jucil demanda equipos de drones, que suponen un menor gasto que los helicópteros «y a su vez refuerza el campo visual desde el aire», cascos «capaces de soportar golpes constantes de piedras y de embestidas con tornillos en los zapatos» y «armas largas no letales que lancen bombas lacrimógenas de corta distancia».
También «máscaras con filtros que soporten el 99 % de sustancias que puedan ser lanzadas, además de fácil uso», y «botas para las posibles torceduras de tobillos», ya que ahora se presta el servicio con zapatos técnicos.
En su informe al Defensor, Jucil asegura que los agentes entienden y acatan que se evalúen sus intervenciones, pero reprocha a algunos medios de comunicación que «manipulen» imágenes y solo trasmitan una parte de lo sucedido en los saltos a las vallas.
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