Cerca de 400 refugiados llegados de Ucrania han recibido ya teleconsulta con médicos ucranianos que trabajan en Madrid, gracias a una iniciativa que está teniendo «mucho éxito» impulsada por el Colegio de Médicos de Madrid.
En declaraciones a Efe, el presidente del Colegio, Manuel Martínez-Sellés, ha explicado que esa institución cuenta con unos 57 colegiados oriundos de Ucrania que residen en la Comunidad de Madrid y que, tras empezar con las teleconsultas el pasado 25 de marzo, ya llevaban 395 antes de Semana Santa, muchas de ellas relacionadas con la ansiedad y síntomas de estrés postraumático por «la dureza de las situaciones vividas».
«Esta es la gran novedad y nuestra gran aportación con respecto a la asistencia que están recibiendo estos refugiados una vez en Madrid. Por medio de la plataforma Savia y en virtud de un acuerdo que hemos hecho con Mapfre, estas teleconsultas con médicos ucranianos están teniendo mucho éxito», ha dicho.
«Es un programa sencillo de utilizar, y la gran ventaja es que el médico que está pasando la consulta es ucraniano. Hay una barrera idiomática importante porque la mayoría de los desplazados que están llegando solo hablan la lengua materna, lo que dificulta la consulta médica», explica el presidente del colegio.
«También tenemos en la sede del Colegio la vacunación para estos refugiados y estamos planteando hacer como un triaje, también con médicos y enfermeras ucranianas desde el colegio, que permita identificar y remitir los problemas médicos que puedan tener los refugiados a los servicios que está prestando la Consejería de Sanidad», según este doctor.
Los médicos ucranianos participan «o bien de forma exclusiva o a tiempo parcial» en la atención a las solicitudes de teleconsulta que van llegando. «Se trata de hacer una primera valoración, que incluya vacunación al menos contra la covid, ya que las tasas de vacunación son muy bajas».
Dado que los problemas son «mayoritariamente de ansiedad y estrés postraumático», hay que valorar las «necesidades de apoyo psicológico o psiquiátrico; muchos han vivido situaciones muy duras ellos mismas o personas cercanas. Es importante organizar esta asistencia», que aportará la Comunidad de Madrid.
«Nosotros lo que hacemos es detectar qué personas lo necesitan y organizar que lo reciban idealmente con alguien que pueda entender el idioma, y sobre todo hacer un triaje que permita recibir lo antes posible este apoyo» por parte de la sanidad pública madrileña.
La otra pata del programa SOS Ucrania del colegio «es enviar ayuda a ese país, no directamente a Ucrania, porque ahora mismo es difícil, sino a Polonia, material médico, además de fármacos. Estamos preparando un camión que partirá a finales de mes o principios de mayo con el material que nos está llegando a través de oenegés y de la Organización Médica Colegial (OMC)».
Este camión irá «cargado fundamentalmente con material médico y es posible que también vaya algo de medicación. Estamos en contacto con Farmacéuticos sin Fronteras para conocer qué necesidades hay» en cuanto a fármacos», concluye el presidente del colegio profesional madrileño.
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