El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido este miércoles a ERC «reconstruir la confianza» perdida por el caso del supuesto espionaje a dirigentes independentistas después de que el portavoz de Esquerra, Gabriel Rufián, le advirtiera de que busque otros apoyos si no aclara sus dudas.
Sánchez ha reclamado diálogo para recuperar esa confianza en la sesión de control al Gobierno del pleno del Congreso ante una pregunta de Rufián sobre el supuesto espionaje en la que le ha instado a dejar claro si hubo orden para ello por parte del Gobierno socialista.
La apuesta por el diálogo por parte de ERC ha asegurado Rufián que es «granítica», pero ha insistido en la necesidad de esclarecer lo ocurrido.
«Pero de momento, pídale el teléfono al señor (Alberto) Casero», ha añadido el portavoz de Esquerra en alusión al diputado del PP que, por error, votó a favor de la reforma laboral y permitió que saliera adelante.
Una advertencia que ha llegado un día antes de que el pleno del Congreso vote el decreto del plan contra la crisis derivada de la guerra de Ucrania y para el que el Gobierno no cuenta aún con los apoyos necesarios.
El jefe del Ejecutivo ha recalcado que su Gobierno ha demostrado su voluntad de esclarecer los hechos y hacerlo con transparencia, objetividad, con rendición de cuentas y ateniéndose a la legalidad.
En ese contexto, ha afirmado que su Gobierno y él mismo han demostrado con palabras y hechos su firme voluntad por el diálogo y por superar una crisis con Cataluña que tuvo momentos difíciles en 2017 y 2019.
«Le pediría que reconstruyéramos esa confianza y reforzáramos lo que está haciendo posible el reencuentro en la sociedad catalana, que es el diálogo», ha reiterado.
Para Sánchez la voluntad de transparencia y objetividad se ha demostrado con la apertura de un control interno en el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y con el examen que va a llevar a cabo el Defensor del Pueblo.
Tras resaltar que pocos precedentes de ello hay en otros países occidentales, ha recordado que este martes se desbloqueó la constitución de la comisión de secretos oficiales en el Congreso para poder compartir con toda la Cámara las informaciones.
«Todo lo que se ha hecho por parte del CNI es ateniéndose, escrupulosa y rigurosamente, a la ley, y hemos demostrado nuestra absoluta disponibilidad para colaborar con la Justicia desclasificando los papeles si así se requiere», ha subrayado.
Rufián ha asegurado que «por supuesto que el Estado ha espiado, espía y espiará de forma alegal», algo que ha dicho que se lo han comentado cargos de Interior de gobiernos socialistas y del PP en tres comisiones de investigación.
«La pregunta no es si se ha espiado si se espía o se espiará, sino si esta vez ustedes lo ordenaron. Si lo ordenaron -ha apostillado- es terriblemente grave, pero si no lo ordenaron es aún más terriblemente grave porque significa que ustedes no han limpiado sus cloacas».
Para el portavoz de ERC, «cuando no se limpian las cloacas se llenan de ratas, y las ratas se lo comen todo».
Ha añadido tener la «sospecha» de que al PSOE puede no gustarle Esquerra, Bildu, Compromís, Más Päis, el PdCat e, incluso, Unidas Podemos, y ha considerado que no pasa nada por ello pero que deben decirlo.
«Tienen una alternativa, el PP, que es de centro, de centro penitenciario, Feijóo…ahora bien, sus votantes lo tienen que saber», ha señalado antes de asegurar que la apuesta de ERC por el diálogo y por la negociación es «granítica» porque se trata de «la ideología de los normales y de los más frente a los menos».
Pero tras esa apuesta por el diálogo es cuando ha advertido a Sánchez: «Pero de momento, pídale el teléfono al señor Casero».
Sánchez ha protagonizado una anécdota al inicio de su cara a cara con Rufián ya que se ha dirigido a él llamándole «señor Abascal» (con quien había debatido previamente en otra pregunta), algo que el presidente del Gobierno ha asumido que era «un lapsus imperdonable».
«Que me espíen vale, pero que me llame Abascal, me fastidia» ha respondido el dirigente de ERC.
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