Los residentes en uno de los edificios colindantes al número 35 de la calle General Pardiñas, en Madrid, donde una explosión causó dos muertos el viernes, están accediendo este sábado a sus domicilios, acompañados por los bomberos, para recoger sus enseres personales.
Según el jefe de guardia de los Bomberos de Madrid, Víctor Barrasús, sólo se ha permitido la entrada a uno de los tres edificios desalojados, el número 33, mientras que el 78 de la calle Ayala, contiguo a la finca que sufrió la explosión, sigue en revisión.
Ante la imposibilidad de entrar en las viviendas el mismo día de la explosión, los bomberos van a entrar este sábado junto con los técnicos municipales para evaluar la situación y tomar una “determinación” al respecto.
El siniestro ocurrió en el céntrico barrio de Goya y causó también daños materiales importantes en varios inmuebles, en el mobiliario urbano y en vehículos estacionados en la zona.
Durante la noche, los efectivos del cuerpo han estado consolidando los huecos de la fachada y monitorizando el “peligro de derrumbes secundarios”, apuntalando mediante las estructuras colocadas en los huecos y en el interior también, ha dicho el jefe de guardia de Bomberos de Madrid.
Hacia las 13:30 horas del viernes, una explosión -provocada, según las primeras investigaciones, por un escape de gas- causó la muerte a dos trabajadores, cuyos cadáveres fueron retirados del lugar después de varias horas de búsqueda entre los escombros, y heridas a otras 17 personas, una de ellas muy grave.
Según fuentes del Hospital de La Princesa, sólo permanece ingresado en la UCI este herido, un hombre de 84 años con politraumatismos que sigue «grave» con fracturas diversas.
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