Ambos gobernantes ha plasmado su rúbrica en el denominado Protocolo general de actuación y colaboración para la promoción y protección de la Tauromaquia como patrimonio cultural, desarrollado en un texto que incluye distintos acuerdos en torno a la fiesta de los toros en el ámbito de Madrid y su provincia.
Uno de los puntos más destacados es el de la vuelta de la Escuela Taurina de Madrid a las instalaciones de la Venta del Batán, de propiedad municipal, donde estuvo durante más de veinte años y de donde salió tras la llegada al consistorio madrileño del equipo de la alcaldesa Manuela Carmena, que retiró las ayudas al centro.
Una vez acogida por la Comunidad de Madrid y tras adquirir la nueva denominación de Escuela Taurina José Cubero «Yiyo», el claustro de profesores, con el diestro José Pedro Prados «El Fundi» como director, y los aprendices de profesionales del toreo se instalarán de nuevo en la clásica venta, que también será utilizada para la exhibición de ganado bravo, como fue su función primigenia.
Otro de los puntos llamativos de este convenio contempla el hecho de que el ayuntamiento vuelva a tener presencia institucional en la plaza de Las Ventas, condición que fue también rechazada por la anterior corporación municipal, tras décadas de tradición.
El alcalde de Madrid señaló tras la firma que las instituciones madrileñas «vuelven a comprometerse en la conservación y defensa de una de las facetas de la mejor cultura española. Ante las inquietudes, los recelos y las dudas de algunos, solo tengo que decir que vivimos en una sociedad libre de la que no podemos excluir esta seña de identidad que es la tauromaquia».
«Además, la feria de San Isidro es uno de los elementos señeros de las fiestas de los madrileños, y nosotros tenemos que asumir el compromiso de garantizar su celebración en libertad, algo que se había ignorado en estos últimos años, sin tener en cuenta que supone también una gran inyección económica para la ciudad. Madrid tiene que seguir siendo la capital del toreo», recalcó Martínez-Almeida.
Cerró el acto la presidenta de la Comunidad, quien afirmó que «afortunadamente el ayuntamiento de Madrid tiene ahora un equipo consciente de lo que supone la tauromaquia en la ciudad, en una capital que es de todos, no de nadie en particular»
«Por eso la Escuela Taurina volverá a las instalaciones de donde nunca debió salir y retomaremos una tradición interrumpida desde 2014 también con la vuelta de la presencia institucional del ayuntamiento a Las Ventas, por respeto a los madrileños que llenan esta plaza», matizó.
«Dar la espalda a la primera plaza del mundo es de una gran ceguera política. Las Ventas es el segundo edificio más visitado de la ciudad, y dos de cada tres municipios de la Comunidad celebran festejos taurinos. Ignorar eso y cerrar plazas de toros, como se ha demostrado en otros lugares, no supone más progreso ni más libertad, todo lo contrario», finalizó Díaz Ayuso.
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