viernes, noviembre 22, 2024
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Bankia obtiene un beneficio neto atribuido de 816 millones de euros en 2017

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Con este incremento del beneficio (en términos homogéneos) y los holgados niveles de solvencia, el Consejo de Administración ha propuesto mantener el dividendo en 11,024 céntimos por acción, lo que eleva la retribución anual a accionistas a 340 millones de euros y el pay-out al 41,7%.

Bankia logró elevar el resultado en un entorno tan exigente de tipos de interés gracias a la progresiva estabilización del margen bruto derivada del mayor impulso comercial, al mantenimiento de los gastos y al control del coste del riesgo.

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, destacó que “2017 ha sido un ejercicio muy importante para Bankia porque hemos terminado el plan de reestructuración, hemos ejecutado la fusión con BMN y hemos avanzado en el proceso de privatización”.

“Y, al tiempo, hemos conseguido aumentar nuestros beneficios, hasta 816 millones de euros, apoyados en un fuerte dinamismo comercial, en una mayor satisfacción de nuestros clientes y en una mejora constante de la calidad de nuestro balance”, añadió.

El presidente de Bankia afirmó, por último, que “por cuarto año consecutivo incrementamos el importe destinado a dividendos para nuestros accionistas y seguimos así avanzando en la devolución de ayudas a los contribuyentes”.

El consejero delegado de la entidad, José Sevilla, remarcó que “Bankia se ha consolidado como cuarta mayor entidad del sistema financiero español, en un año de fuerte impulso comercial en el que hemos incrementado en 158.000 personas la base de clientes, hemos captado 2.000 millones en fondos de inversión y hemos multiplicado por 2,3 veces la concesión de hipotecas”.

“Además, hemos continuado mejorando la calidad de nuestro balance, con una reducción de más de 2.100 millones los activos dudosos y adjudicados”, continuó Sevilla, quien puso en valor que “hemos afrontado la integración de BMN sin necesidad de apelar al mercado y con niveles de solvencia superiores a los de los competidores, lo que nos sitúa en un magnífico punto de partida para afrontar el plan estratégico del próximo trienio”.

Resultados

El margen de intereses se situó en 1.943 millones de euros, lo que supone un descenso del 9,6% en un ejercicio caracterizado por los tipos de interés en negativo, que provocaron nuevas repreciaciones a la baja de la cartera hipotecaria y un descenso del rendimiento de los bonos de la Sareb.

No obstante, en el último trimestre se observó un incremento del margen de clientes hasta el 1,55%, derivado del aumento del tipo medio al que se concedieron los créditos y del descenso del coste de los nuevos depósitos.

Además, la estrategia Sin Comisiones lanzada hace dos años continuó dando sus frutos y permitió incrementar en 107.000 el número de clientes con ingresos domiciliados (hasta hacer un global de 280.000 en dos años), lo que se tradujo en mayores volúmenes de negocio y mayores ingresos por comisiones en productos de valor añadido.

De esta forMa, la facturación por este concepto aumentó un 3,2%, principalmente por el mejor comportamiento de medios de pago, fondos de inversión y planes de pensiones, y por la buena evolución de la formalización de nuevo crédito.

El resultado de operaciones financieras aportó 368 millones de euros, un 52,6% más, crecimiento que refleja la materialización de plusvalías en la cartera de renta fija, sobre todo en los dos primeros trimestres del año, para anticipar la previsible subida de los tipos de interés.

Contención de costes

El margen bruto se situó en 3.027 millones de euros, un 4,4% inferior al del ejercicio anterior. Mientras, los gastos de explotación se mantuvieron estables en términos comparables y la ratio de eficiencia quedó en el 51,2%, frente al 55,6% de media del sector (según los últimos datos disponibles, entre septiembre de 2016 y septiembre de 2017).

Otro elemento que contribuyó a elevar la cuenta de resultados fue la mejora de la calidad del balance, que permitió reducir el saldo de créditos dudosos y de activos adjudicados y, al tiempo, rebajar un 9,4% la dotación a provisiones, hasta 448 millones de euros. El coste de riesgo (volumen de provisiones sobre crédito) disminuyó en el año del 0,24% al 0,23%.

Tras todo ello, Bankia terminó el ejercicio con un beneficio neto atribuido de 816 millones de euros, lo que supone un aumento del 1,4% respecto al ejercicio anterior. Una vez realizada la fusión, el beneficio queda en 505 millones, tras sumar un mes de resultados de BMN y restar el fondo para costes de integración de 312 millones.

Aumento del pay-out

El Consejo de Administración ha acordado proponer a la Junta de Accionistas mantener el pago de un dividendo de 11,024 céntimos por acción. Esta cifra es igual que la del año pasado (una vez ajustado el contrasplit), pero la emisión de acciones realizada para entregar a los accionistas de BMN provoca que la cuantía total a abonar se eleve hasta 340 millones de euros, un 7,3% más y equivalente a un pay-out del 41,7%, frente al 39,5% de 2016.

Con la participación actual del 61% que el FROB tiene de Bankia, este dividendo supondrá un nuevo avance del proceso de devolución de las ayudas por importe de 207 millones de euros. El total de las ayudas reintegradas ascenderá así a 2.863 millones.

El saldo de riesgos dudosos de Bankia registró el año pasado una nueva caída, de 1.736 millones de euros, hasta situarse en 9.740 millones, al tiempo que los activos adjudicados en valor neto contable descendieron en 326 millones, hasta 1.925 millones.

No obstante, tras la integración de BMN, los dudosos quedan en 12.117 millones y los adjudicados netos, en 3.399 millones. La tasa de cobertura de ambas entidades, una vez aplicada la nueva normativa IFRS9, se eleva al 56,5%.

La reducción de los activos adjudicados se produjo después de vender 8.430 inmuebles, lo que representa el 20,2% del stock existente.

Más clientes y más vinculados

Por el lado del negocio, los avances en la estrategia comercial han permitido captar más clientes, vincular más a los ya existentes, conceder más crédito en los segmentos más rentables y elevar los recursos gestionados de clientes.

Así, en el último ejercicio la base de clientes creció en 158.000 personas, en tanto que el número de los que tienen ingresos domiciliados aumentó en 107.000.

La concesión de nuevas hipotecas creció un 133,5%, hasta 1.908 millones de euros (un 40% para nuevos clientes), en tanto que la formalización de crédito al consumo avanzó a ritmos del 14,6%, y la nueva financiación a pymes, al 30,2%. Como consecuencia de ello, creció el stock de crédito en consumo y en empresas, mientras que en hipotecas todavía no compensan las nuevas con las amortizaciones y el saldo cayó un 4,6%.

Del mismo modo, en solo 12 meses se produjo el alta de 210.000 tarjetas de crédito y se incrementó un 12,8% su facturación en comercios, al tiempo que el parque TPV creció un 14,9% y su facturación, un 22,4%.

Crecen los recursos fuera de balance

Por el lado de los recursos de clientes minoristas, aumentaron en 564 millones, en un año en el que los depósitos estrictos de clientes descendieron en 1.805 millones, caída que se compensó con un aumento de 2.109 millones en los fondos de inversión gestionados y de 260 millones en los planes de pensiones. Bankia contaba a final del ejercicio con un total de 143.191 millones en recursos, cifra que se eleva hasta 175.960 una vez integrado BMN.

Todo ello es consecuencia directa del mayor grado de satisfacción de la clientela. El porcentaje de clientes satisfechos pasó del 87,3% al 90%, con lo que alcanzó un nivel récord.

Y en el análisis del servicio prestado a través de pseudocompras, Bankia obtuvo una nota de 7,76, frente al 7,03 de la media sectorial.

En 2017 continuó la transformación de la demanda de los clientes hacia un servicio mucho más digital. Así, el 40,5% de los clientes de Bankia ya son multicanal (frente al 37,6% de un año antes); un 20,6% utiliza la banca móvil, y el 13,4% de las ventas totales del banco se realizan por vía digital.

Y prácticamente 600.000 clientes (584.000) son atendidos ya por un asesor personal a distancia, casi el doble que hace un año, a través del servicio ‘Conecta con tu Experto’, que maneja un volumen de negocio de 20.800 millones de euros.

La solvencia sigue mejorando

En términos de solvencia, Bankia (ya integrado BMN) cerró el año pasado con una ratio de capital ordinario (CET1) fully loaded, es decir, anticipando los futuros requerimientos de Basilea III que serán de aplicación en 2019, del 12,33%, sin incluir las plusvalías soberanas latentes de la cartera DPV, tras reducirse en 250 puntos básicos por los costes de fusión. Esta cifra está por encima del 12% estimado cuando se anunció la integración.

Bajo la métrica phase in, que es la exigida desde un punto de vista regulatorio, y computando las plusvalías latentes de la cartera DPV, la ratio de capital CET1 se sitúa en el 14,15%. El exceso de capital sobre los requerimientos regulatorios SREP para 2018 es de 559 puntos básicos.

En términos de liquidez, Bankia (ya unido el balance con el de BMN) consiguió cerrar el pasado ejercicio con una ratio de créditos sobre depósitos del 93,9%, al tiempo que el gap comercial se situó en 472 millones, lo que evidencia la cómoda posición de liquidez de la entidad.

 

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