Barcelona, 15 ene (EFE).- El Ayuntamiento de Barcelona invertirá 563 millones de euros hasta 2025 en un centenar de medidas nuevas y que se sumarán a las que ya están en marcha, para bajar las emisiones de CO2 actuales en dos millones de toneladas, la mitad de las registradas en 1992, y situarlas en 3 millones en 2030.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha firmado este miércoles el decreto que declara la emergencia climática en la ciudad, en un acto al que han asistido representantes de las más de 200 entidades que han participado en la elaboración del nuevo decreto a través de la Mesa de Emergencia Climática, creada en el verano pasado.
La Declaración de Emergencia Climática de Barcelona incluye un documento en el que el consistorio propone 103 medidas a llevar a cabo en los próximos 10 años para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y los contaminantes en el aire que se respira en la capital catalana y revertir los efectos del cambio climático.
Ada Colau ha puesto en valor esta concreción y ha subrayado que esta declaración es «un paso a la acción que parte de la asunción de responsabilidades» y «un compromiso firme en la defensa de la vida» en la ciudad.
La alcaldesa ha manifestado su convicción de que hoy Barcelona esta «escogiendo el camino correcto» y ha reclamado a las administraciones «estar a la altura» en el «objetivo compartido de reducir las emisiones» con una «respuesta ambiciosa a esta amenaza global».
Por su parte, el primer teniente de alcalde de Economía, Jaume Collboni, ha pedido la colaboración al sector privado al que ha advertido que «no hacer cambios es un riesgo para la economía» y ha anunciado que en la próximas semanas presentarán la estrategia de economía verde y sostenible.
Para alcanzar los 2 millones de toneladas de las emisiones de CO2, el Ayuntamiento se propone reducir 550.000 toneladas con la disminución del tráfico con medidas como la Zona de Bajas Emisiones (ZBE); hasta 450.000 toneladas se reducirán con medidas de eficiencia energética residencial y de edificios, y 200.000 toneladas gracias al fomento de las energías renovables.
Otras 178.000 toneladas de CO2 se reducirán con las medidas para disminuir las emisiones de grandes infraestructuras, Puerto y Aeropuerto, y 153.000 con las destinadas a aumentar la recogida selectiva de residuos a través de la implementación de sistemas individualizados en toda la ciudad, tanto en el ámbito doméstico como el comercial.
Entre las medidas previstas por el Ayuntamiento para alcanzar sus objetivos de reducción de CO2, destaca la de extender los actuales 3 kilómetros de calles que forman parte de supermanzanas y ejes verdes a 15 kilómetros en este mandato y estudiar las «ultrasupermanzanas» a partir de la experiencia de la mejora de las condiciones ambientales y de seguridad en el entorno de 200 centros escolares que se acaba de iniciar.
También esta previsto activar 100 equipamientos municipales para actuar como refugios climáticos en caso de emergencia por clima extremo antes de que acabe el mandato e iniciar las obras de la conexión de las redes de tranvía por la avenida Diagonal en el mismo plazo.
En el ámbito de la salud y el consumo, la declaración prevé, entre otras cosas, implantar y promover dietas con menos carne roja en las escuelas y comedores escolares, abrir un mercado mayorista de alimentos frescos ecológicos y un centro de reaprovechamiento alimentario en Mercabarna en 2021.
Para informar de esta declaración de emergencia climática, el Ayuntamiento de Barcelona ha puesto en marcha la campaña informativa «Esto no es un simulacro», una advertencia que lanzó la joven activista Greta Thunberg, así como una web, aixonoesunsimulacre.barcelona y un vídeo. EFE
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