Madrid, 29 may (EFE).- La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha considerado este viernes que es necesario buscar «la mejor colaboración público-privada para dar continuidad a Nissan», que ha anunciado el cierre de la fábrica de Barcelona, donde emplea a más de 3.000 personas.
En una entrevista en la Cope, Maroto ha insistido en que la industria de la automoción española tiene factores diferenciales y que hay oportunidades de desarrollo en el ámbito de la movilidad sostenible, para la que el Gobierno hará una apuesta «importante», con ayuda del Plan de Reconstrucción europeo que se canalizará en «los sectores tractores como el del automóvil».
Preguntada por la posibilidad de nacionalizar Nissan, ha recordado que el Gobierno está «ayudando mucho» a empresas como Alcoa o Nissan, pero «cuando haya una iniciativa privada, el Gobierno lo que debe hacer es acompañar».
«La situación de la industria del automóvil es muy complicada sobre todo tras el coronavirus, estamos peleando para que salga reforzada y creemos que hace falta un pacto por la Industria en general y por el automóvil», ha dicho.
Por ello, Maroto convocará la Mesa de la Movilidad Sostenible, para que administraciones, empresas y sindicatos definan «una nueva política industrial» en un contexto distinto en el que deben reforzar las palancas competitivas.
Según la ministra, Renault y Mercedes son «muy competitivas» y no tendrán las mismas dificultades que atraviesa Nissan, que tenía grandes pérdidas y estaba en un momento de «repliegue a Asia».
En cuanto a la situación de Alcoa, Maroto explicó que no se va a cerrar la planta de Lugo, pero sí se reducirá la capacidad productiva de la planta de aluminio primario.
Sobre la planta de alúmina ubicada en la localidad lucense de San Ciprián, que da empleo a más de 500 personas, Maroto ha pedido «corresponsabilidad» a la empresa propietaria, con la que hay abierta una mesa de negociación, y ha recordado que en los últimos años se han invertido en esa planta 38 millones de euros «con la condición de mantener el empleo».
En relación a las plantas de Avilés y Coruña, que Alcoa vendió a un fondo suizo y este a su vez a otra empresa, admitió que existe una gran preocupación por el futuro y dijo que están trabajando con todas las partes implicadas en la venta para conocer los detalles.
Hay muchas dudas, dijo, pero los trabajadores saben que vamos a defenderles, ha añadido. EFE
Estrella Digital