Dos joyeros pelean por el pago de unas joyas valoradas en 449.000 euros. El objeto del litigio son tres diamantes que un joyero dice haber vendido y otro niega haberle comprado, David García Sotoca. El segundo controla la joyería Sofoca SA y el vendedor la firma Aldao.
Pero la historia se complica cuando el joyero que niega haber recibido tales piedras preciosas envía supuestamente emails al primero requiriéndole facturas para exigir al seguro el cobro de tales joyas que en dichos correos aseguraba que le habían sido robadas. Este diario no sólo posee tales emails sino que ha conversado con el perito que debía tasar el valor de las joyas y proclama una verdad sorprendente: “Al final no hubo necesidad de realizar ninguna comprobación porque Sotoca retiró su petición de cobrar el seguro y, por ello, nunca cobró un céntimo. Nos dijo que había llegado a un acuerdo”.
Esto elimina la primera sospechas del vendedor: que el supuesto comprador de sus joyas había cobrado dos veces sus joyas. Una cuando según su relato García Sotoca alegó que le habían sido robadas en Amberes y nunca le devolvió el importe. Y otra cuando cobró del seguro mientras le negaba haberlas recibido.
La respuesta del perito, Marcel Galvany, corrobora dos extremos: que García Sotoca sí pleiteó por las joyas que frente a su propietario alega no haber recibido jamás y, dos, que finalmente y por causas extrañas retiró su demanda. Extraño porque a un seguro en el gremio de los joyeros sólo se acude por robo o estafa. Y García Sotoca, a tenor de sus emails, no hablaba de robo, sino que requería facturas al propietario para demostrar la existencia de las joyas.
Por todo ello, ese diario envió el siguiente email a García Sotoca:
“Estimado sr. García Sotoca estamos investigando en el diario Estrella Digital una denuncia por presunta estafa contra usted por el supuesto robo de joyas por valor de más de 400.000 euros que eran propiedad del sr. Jorge Fernández Araoz. Tenemos pruebas de que usted acudió a un seguro para reclamar el pago de tal robo, pero finalmente desistió.
Tal es la información que nos han suministrado desde las dependencias de dicha oficina.
Por ello querríamos formularle las siguientes preguntas para incluir su versión en la noticia que redactaremos.
1. ¿Por qué retiró la demanda al seguro y renunció a su legítimo derecho a cobrar unos bienes que le habían sustraído?
2. ¿Presentó usted denuncia ante la policía o instancia judicial para cobrar el seguro por las citadas joyas?
3. Usted alega en el pleito que mantiene con el vendedor que nunca le vendió joyas cuyo importe le reclama por más de 400.000 euros, sin embargo, usted le reclamó facturas sobre tales joyas para exhibirlas ante su perito del seguro y poder cobrar la indemnización. ¿Por qué negó en un procedimiento contra la firma Aldao haberle comprado joyas y en otro le pide facturas sobre dichas joyas para cobrar el seguro?
4. ¿Nunca le compró tales joyas o nunca le fueron robadas?»
Este diario no ha recibido contestación a dicho email.
Por el contrario, este diario posee emails en los que García Sotoca reenvía sus correos con el perito donde le solicita las condiciones del seguro de Aldao. ¿Si García Sotoca no tenía ninguna deuda con este firma de joyeros tradicional de Madrid, para qué remitía su seguro y facturas?
Este enigma está en manos de la justicia.