El PP ha ofrecido renovar la composición del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) con la normativa en vigor, pero para ello han puesto dos condiciones: la retirada antes del jueves de la reforma del Consejo para renovar el Tribunal Constitucional (TC) y pactar al tiempo una proposición de ley para despolitizar la justicia.
El partido de Alberto Núñez Feijóo ha enviado este lunes al Gobierno una propuesta de renovación y reforma del Poder Judicial, anunciada en rueda de prensa por el vicesecretario de Institucional, Esteban González Pons, que ha argumentado que tras tres años de bloqueo cambiar simplemente los vocales del CGPJ con un «pacto secreto» dejaría «todavía más cuestionada» la independencia judicial.
Los populares quieren además un nuevo sistema de elección de los vocales del CGPJ, pero a diferencia de la anterior dirección de Pablo Casado, no piden una fórmula concreta, sino que pretenden que sea el CGPJ, una vez elegido, el que haga una propuesta de consenso en el plazo de seis meses, al tiempo que se crea una ponencia en el Congreso.
El guion que propone el PP implica negociar con «transparencia» el CGPJ aplicando ya criterios de regeneración y «en paralelo» tramitar una reforma de la ley orgánica del Poder Judicial mediante dos iniciativas: una ponencia en la Comisión de Justicia que emita un informe y encargar una propuesta de reforma al nuevo Consejo, para tener resultados en seis meses.
Los populares inciden en que por responsabilidad y sentido de Estado están dispuestos a negociar y «solo hay línea roja»: «el Gobierno no puede aprobar el jueves unilateralmente para entrar a la fuerza en el Tribunal Constitucional de la mano de ERC«.
Ha dicho Pons que no le cabe en la cabeza que el «Gobierno no vaya a aprovechar» el pacto que lo ofrecen y no adelanta el escenario en el caso de que el Ejecutivo siga adelante y reforme el CGPJ junto a ERC, lo que ha calificado de «ley Bildu dos», en referencia al apelativo que el PP ha puesto a la futura ley de Memoria Democrática, que Feijóo ha prometido derogar si gobierna.
González Pons se ha puesto ya en contacto con el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, para negociar desde esta misma tarde y ha destacado que el PP no ha cortado los contactos en ningún momento, tampoco cuando les insultaban ni cuando anunciaron una nueva reforma del CGPJ, que se vota el jueces, para renovar así el TC. La última vez que intercambiaron mensajes fue anoche.
El PP advierte que «los nombres, si llegan, serán lo último» y vaticina que la Comisión Europea censurará el miércoles la actual situación de bloqueo en el órgano de Gobierno de los jueces en su informe sobre el Estado de derecho y que seguramente censure la situación actual del CGPJ.
En la propuesta enviada al Ejecutivo, el PP pide derogar la reforma que limitó las competencias del CGPJ cuando esté en funciones, regular las puertas giratorias impidiendo que los vocales y el fiscal general hayan tenido cargo político en los cinco años anteriores y reclama que la negociación para los vocales sea verdaderamente en el Parlamento y no entre el Gobierno y el principal partido de la oposición.
Además, quieren que todos los altos cargos de la carrera judicial sean elegidos por tres quintos del Consejo, que para ser nombrado magistrado del Tribunal Supremo sean necesarios 25 años de servicio activo en la carrera judicial o la posibilidad de recusar al fiscal del estado, además de incrementar la plantilla de jueces.
El Gobierno, ha alejado la posibilidad de que se produzca un pacto con el PP para renovar los órganos constitucionales, al señalar que la Constitución y su cumplimiento «no se negocian».
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha respondido así a la propuesta del PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional.
El PP ha puesto como condición previa que el Ejecutivo retire su proposición de ley de reforma judicial, pero Rodríguez se ha mostrado tajante: «Antes de empezar a hablar lo que hay que hacer es cumplir», ha señalado.