Los incendios más virulentos declarados en Castilla y León y Tenerife han pasado a fase de estabilización, si bien continúan las labores de enfriamiento para contener el perímetro y evitar que se puedan reactivar, y en el caso del fuego canario, que no dañe el Parque Nacional del Teide.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se ha desplazado hasta el puesto de mando avanzado ubicado entre las localidades burgalesas de Santibáñez del Val y Santo Domingo de Silos, donde uno de los fuegos más desvastadores ha arrasado más de 3.500 hectáreas, aunque ya se encuentra sin llama y en varias poblaciones este lunes ya han comenzado a regresar a sus casas.
Entre ellos, cuatro de los monjes desalojados del monasterio de Santo Domingo de Silos, que han decido regresar asegurando que de allí no se mueven.
Las llamas han sido sofocadas en Vegalatrave (Zamora), muy cerca del incendio registrado la pasada semana en Losacio, lo que ha permitido también el retorno de vecinos y veraneantes desalojados en seis municipios de la comarca Tierra de Alba.
No obstante, Castilla y León sigue este lunes siendo una de las comunidades más afectadas por los incendios, ya sin llamas en las provincias de Burgos, Ávila y Zamora, el primero provocado por uso de maquinaria en horario en el que estaba prohibido y los dos últimos intencionados, según los indicios.
Para el ministro del Interior, la mayor parte de los incendios de estas semanas tienen relación con las dos olas de calor y con las tormentas eléctricas y ha apuntado que ya se han calcinado más de 160.000 hectáreas en España en lo que va de año, más del doble que el año pasado.
Después de que la Junta de Castilla y León apuntase a las «modas del ecologismo» y la «filosofía del conservacionismo» como causa de los incendios, Maslaska ha aseverado que el cambio climático es «determinante», algo que es «obvio» y que no discute ningún especialista.
Desde Medio Ambiente, el secretario de Estado, Hugo Morán, ha reclamado unidad y huir de palabras altisonantes frente a los incendios, en relación con esas declaraciones que realizó el consejero de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha pedido este lunes a los gobiernos autonómicos, especialmente al de Castilla y León, que no regateen «ni en medios ni en personal» a la hora de prevenir los incendios, ya que esa es su responsabilidad.
Robles ha visitado la Unidad Militar de Emergencias (UME) en la Base Aérea de Torrejón, para conocer la evolución de la campaña contra incendios forestales del Ejército, que se extiende desde el 15 de junio al 30 de septiembre.
Desde la Junta de Castilla y León por su parte se ha apelado a la colaboración ciudadana y de la Guardia Civil para detener a los que han provocado los últimos fuegos de Ávila y Zamora y que han prendido fuego «de manera tan terrible y tan terrorista».
El incendio que el jueves pasado comenzó en el norte de Tenerife, y que probablemente fue intencionado, ha entrado en una fase de estabilización, aunque no significa que no pueda reavivarse, según ha señalado este lunes el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, tras la reunión técnica de coordinación de los medios de extinción.
La situación de los fuegos que afectan a Galicia
El incendio podrá ser contenido en su vertiente oeste, la del Parque Nacional del Teide, y los esfuerzos se centran en proteger la flora y la vegetación de este paraje, ha indicado el presidente del Cabildo, Pedro Martín.
Asimismo, se va a delimitar una distancia de protección de alrededor de 1,5 kilómetros de los «puntos calientes» que aún persisten en la montaña de Tigaiga para que puedan regresar a sus casas en las próximas horas una parte importante de las personas que han sido desalojadas.
Se confía en que no aumente el número de hectáreas afectadas, unas 2.700, ni el perímetro, 27 kilómetros, aunque el incendio siguen nivel 2 de alerta.
Un amplio dispositivo de unidades del Servicio de Bomberos de Navarra trabaja para tratar de controlar el incendio declarado a primeras horas de la tarde en el término de Carcastillo, con apoyo de medios aéreos enviados por el Estado tras ser activado el nivel 2.
Vecinos de la localidad trabajan con sus tractores para abrir cortafuegos y agentes de Policía Foral y Guardia Civil vigilan y ordenan la circulación en la zona afectada por el incendio, que ha obligado a cortar la carretera de NA-178.
Los únicos dos incendios forestales que siguen activos en Galicia están en O Courel (Lugo) y son los de Folgoso-A Pobra do Brollón, que se mantiene en 10.000 hectáreas quemadas, y el de Folgoso-Seceda, que continúa en 1.100.
Han sido controlados el fuego de Outeiro, en la localidad lucense de Quiroga; el de Carballeda, con 10.500 hectáreas devastadas, y el de Rabal, en Oímbra, tras 2.100 hectáreas calcinadas.
En Ourense, ha quedado estabilizado el fuego de Vilariño de Conso, que afecta al parque natural do Invernadeiro y ha acabado con 6.500 hectáreas.
En Valencia, doce medios aéreos trabajan para tratar de sofocar el incendio forestal declarado a media tarde en el término municipal de Calles, en el interior de la provincia, un fuego que, debido a su evolución, ha obligado a establecer la situación 2 e índice de gravedad 2 del Plan Especial Frente al Riesgo de Incendios Forestales (PEIF) de la Generalitat valenciana.