El Partido Socialista y sus ministros restan importancia al gesto del Rey Felipe VI de quedarse sentado al paso de la espada de Simón Bolívar durante la toma de posesión del nuevo presidente de Colombia, el izquierdista Gustavo Petro. Un gesto que, para sus socios de Unidas Podemos, supone una falta de respeto humillante por la que han pedido explicaciones sus principales dirigentes, desde la ministra Ione Belarra hasta su padrino político, Pablo Iglesias.
Felipe VI, acompañado del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, acudió este 7 de agosto a Colombia para asistir a la ceremonia de traspaso de mando presidencial y mantuvo encuentros con los presidentes saliente y entrante de Colombia, así como con la colectividad española.
Como es habitual desde que era Príncipe, Felipe VI acude a todas las tomas de posesión de los presidentes iberoamericanos. Visitas protocolarias que nunca suelen generar ruido mediático ni problemas al Gobierno. En este caso, sin embargo, el socio minoritario de la coalición no ha perdido la oportunidad de criticar duramente al Rey por lo que consideran una falta de respeto a la espada de Bolívar, mítica arma utilizada por “el Libertador” en la guerra de independencia contra España. Felipe VI fue uno de los pocos mandatarios internacionales que permaneció sentado al paso de este símbolo.
El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha minimizado la polémica y ha calificado la imagen de “intrascendente”. En declaraciones a los medios de comunicación, desde Almería, Bolaños ha pedido no prestar atención a «detalles sin demasiada trascendencia», «totalmente menores». De hecho, para Bolaños, que el Ejecutivo decidiera enviar una delegación «encabezada» por el jefe del Estado da cuenta de la «solidez» de la relación entre España y Colombia, de su «amistad». De hecho, para el Ministerio de Exteriores, la asistencia del Rey “reafirma la voluntad de España de continuar reforzando los sólidos vínculos de amistad que unen a las dos naciones”.
En la misma línea se ha posicionado también el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, que se ha referido en RNE a este asunto como una típica «polémica veraniega» que únicamente sirven para que «algunos marquen alguna posición política», y hasta lo achacó a las «temperaturas elevadas de este verano«. En su opinión, se trata de algo “absolutamente disparatado y desproporcionado”. “Hay quien reclama que se pidan disculpas por el descubrimiento de América», ironizó.
La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 y líder de Unidas Podemos, Ione Belarra, ha calificado de “inexplicable” que el Rey Felipe VI no se levantara ante la exhibición de la espada. “Nuestro papel era mostrar todo el respeto y apoyo al proceso democrático recorrido. Es inexplicable lo ocurrido y merece una disculpa”, ha criticado en su cuenta de Twitter.
Su compañero y portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, también ha reclamado explicaciones sobre lo sucedido. Aunque el más duro en el tono ha sido el exvicepresidente Pablo Iglesias, que ha criticado a los ministros socialistas que han defendido al Rey como una seña de “cobardía indigna que solo ayuda a la (ultra) derecha”.
“Felipe VI ha querido humillar la dignidad democrática de España y el honor de las naciones latinoamericanas. El Presidente debe llamarle al orden y exigirle respeto institucional”, escribía Iglesias en su perfil de Twitter el mismo día de la toma de posesión de Petro.
Por su parte, el secretario general del Partido Comunista, Enrique Santiago, ha afeado las formas del Rey. “El representante de España, Felipe VI, debería saber a lo que iba. Su obligación era evitar un desplante diplomático”.
Don Felipe no fue el único que permaneció sentado ante el paseíllo del arma del militar. Los presidentes de Argentina y Costa Rica, Alberto Fernández y Rodrigo Chaves, ubicados en segunda fila durante el traspaso del mandato presidencial, tampoco se levantaron al paso del arma.