Marin Eugen Sabau, entraba el 14 de diciembre de 2021 en las oficinas de su antigua empresa con cinco objetivos claros. Portando un arma larga y bajo el pretexto de “hacer justicia”, Sabau entraba en la sede de Securitas en Tarragona, el que fuera su lugar de trabajo, y disparaba a tres personas: el supervisor de la oficina, el gerente y la responsable de recursos humanos.
Vecino del pueblo de Alcover, y socio de un club de tiro en Tarragona, el “pistolero de Tarragona” tenía licencia de armas y permiso para tener hasta media docena de armas. Además, disponía de un permiso especial que le permitía comprar los materiales para fabricar su propia munición.
Sabau ya había amenazado a los trabajadores de la empresa de seguridad: “voy a vacunar a los jefes de Securitas con tres dosis de Glock-Pfizer de 9 milímetros. No quiero matarles, les dejaré jodidos”. El 14 de diciembre, tras meses de baja previos a su despido, decide llevar a cabo su plan y entra armado en la Sede de Securitas. Disfrazado con peluca, reconocido igualmente por los que fueran sus compañeros, dispara hasta a tres personas. Después, al volante de su Citroen Xsara, se da a la fuga.
«Voy a salir en las noticias con Securitas»
Durante la huida en coche, Sabau envía un email en el que explica el porqué del ataque con arma de fuego y explicando cómo él veía el acto, como “justicia”. Debido a la extensión del mismo, se entiende que el correo habría sido escrito con anterioridad al acto.
Atrincherado en una Massia y rodeado por los GEI (grupo especial de intervención) de los Mossos, el ex vigilante de seguridad está armado y protegido por un chaleco antibalas y un escudo casero.
Un tirador realiza varios disparos disuasorios y los agentes de a pie se acercan a la trinchera del agresor. Este responde al ataque contra los agentes que se aproximan a su posición. Los de la unidad de élite de los Mossos, abaten al tirador.
Las heridas de los agentes de policía han dejado al “pistolero” con una lesión medular irreversible, tetrapléjico y con una de sus piernas amputadas. El agresor, ha solicitado la eutanasia por las condiciones de vida que tiene desde el día del ataque. Es la primera vez, que el solicitante está implicado en un proceso penal. Es por ello que la defensa de las víctimas ha intentado a toda costa que el juicio se celebrara antes de su eutanasia.
El día 23 de agosto, a Marin Eugen Sabau, se le practicará la eutanasia como ha confirmado el Tribunal Constitucional, al considerar que ese derecho prevalece por encima de cualquier otro procedimiento judicial.
Desde su detención y hasta el día en que se le someta a la muerte asistida, el agresor ha estado ingresado en el Hospital Penitenciario de Terrasa. Tras haber sido aceptada la solicitud de eutanasia del «Pistolero de Tarragona», será el propio equipo médico de ese hospital, el encargado de llevar a cabo este proceso.