La primera ley española de derechos de los animales inicia hoy su tramitación parlamentaria, y lo hace en medio de la polémica, con posiciones enfrentadas en relación a qué animales se quedan fuera de esta ley. Esta nueva normativa fue aprobada hace ocho meses como anteproyecto de ley, y recibió su segundo visto bueno en el Consejo de Ministros el 1 de agosto. Está impulsada por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, y su objetivo es, en palabras de la ministra Ione Belarra, acabar con el maltrato, el abandono y el sacrificio de animales. Así, el proyecto de Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los Animales llega hoy al Congreso, eso sí, con enmiendas a la totalidad presentadas por el PP, Vox y PNV, que buscan frenar la iniciativa.
Según los datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (ANFAAC), en España hay más de 29 millones de mascotas: 9 millones de perros y casi 6 millones de gatos.
La polémica: el PSOE no quiere aplicarla a perros de caza
El Partido Socialista registró una enmienda el 13 de septiembre con el objetivo de que el proyecto de Ley no se aplique algunos animales, en función del medio en el que habiten o la función que desempeñen. Estos serían los perros de caza, al igual que otros animales empleados en actividades profesionales, como policía, fuerzas armadas o rescate, o a los que se dediquen a tareas específicas como la ganadería o la cetrería, una petición que ha suscitado una fuerte polémica entre los grupos animalistas, que consideran que el PSOE se ha rendido al sector de la caza.
Las claves de la ley de derechos de los animales
Sacrificio animal
Una de las grandes novedades está relacionada con el final de la vida de las mascotas: básicamente, se restringen los casos en los que un animal puede ser sacrificado. Si la ley sale adelante, los motivos para el sacrificio de un animal de compañía se verán reducidos a causas exclusivamente sanitarias, así como la aplicación de la eutanasia para dar a las mascotas una muerte digna. A partir de ahora, ningún animal sano podrá ser sacrificado por, por ejemplo, la falta de un hogar.
Abandono
El año pasado, las protectoras españolas recibieron más de 285.000 perros y gatos. El abandono de gatos se mantiene similar a lo largo de todo el año, mientras que el de perros aumenta tras las épocas de caza. Para buscar una solución, las mascotas tendrán que estar debidamente identificadas. Además, las tiendas tendrán prohibido vender y exhibir perros, gatos y hurones.
Penas de maltrato
También se han endurecido las penas de maltrato (a través de la reforma del Código Penal) y no sólo se incluyen a los animales de compañía, sino también a todos los animales vertebrados. Esto supone un importante cambio en relación, por ejemplo, a todos esos vídeos en los que se observa a personas maltratar a animales salvajes, algo que hasta ahora no conllevaba ningún reproche penal: ahora sí supondrá un delito. En los casos en que el animal acabe asesinado, la nueva ley plantea de dos a tres años de prisión.
Exhibiciones con animales
La ley también pone el punto de mira sobre los circos en los que se utilicen animales salvajes, que quedarán prohibidos. Además, zoológicos y delfinarios pasarán a ser centros de conservación de especies autóctonas. Por otro lado, se prohíben prácticas como el tiro al pichón o las peleas de gallos que, según Belarra, “están ya fuera del sentido común de nuestra sociedad”. La pena: multas que podrán llegar a los 200.000 euros.
Eliminación del término PPP
La ley también acaba con el término “PPP” (perros potencialmente peligrosos), y establece uno nuevo: “perro de manejo especial”. Eso sí, todavía se desconoce quién evaluará a los perros para considerarlos en esa categoría. Finalmente se ha optado por eliminar una norma que pretendía etiquetar a los perros por raza y no por educación, el principal factor que afecta a que un perro sea agresivo o reactivo.