La Familia Primo de Rivera ha solicitado al abad del Valle de los Caídos la exhumación de los restos mortales de José Antonio Primo de Rivera y Sáenz de Heredia.
Una vez obtenida la autorización solicitada, los restos de José Antonio Primo de Rivera serán depositados en el lugar que sus descendientes han decidido.
Así, estarían cumpliendo su última voluntad, recogida en su testamento:
«Deseo ser enterrado conforme al rito de la Religión Católica, Apostólica, Romana que profeso, en tierra bendita y bajo el amparo de la Santa Cruz.»
Ley de Memoria Democrática
El artículo 54.3 de la Ley de Memoria Democrática establece que «las criptas adyacentes a la Basílica y los enterramientos existentes en la misma tienen el carácter de cementerio civil».
Por ello, la familia «se considera obligada a cumplir la voluntad de nuestro tío y llevar a cabo la exhumación y correspondiente inhumación de sus restos mortales en un cementerio sagrado de acuerdo con el rito católico».
«Con esta decisión no ha lugar a la tramitación del procedimiento previsto en la Disposición Adicional segunda de la citada Ley. El proceso de exhumación debe permanecer y permanecerá dentro de la estricta intimidad familiar, sin que pueda convertirse en una exhibición pública propensa a confrontaciones de ninguna clase entre españoles», continúa el comunicado.
No podrá ser objeto de más humillaciones
La familia explica que José Antonio seguirá manteniendo el sitio preeminente que le corresponde en la memoria de muchos españoles y no podrá ser objeto de más humillaciones.
La familia Primo de Rivera termina el comunicado pidiendo “con laconismo joseantoniano” a los medios de comunicación que se respete su deseo de llevar este proceso en la intimidad.
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