El Ministerio de Trabajo está ultimando el borrador del nuevo Estatuto del Becario. Según el texto, que tiene el visto bueno de los sindicatos, pero no de la patronal CEOE, los becarios no podrán superar el 20% de la plantilla de una empresa. Tampoco podrán trabajar de noche ni hacer turnos.
El nuevo estatuto (una normativa que comenzó a negociarse el pasado mes de abril) fija toda una serie de derechos para las personas en programas de formación práctica, como la compensación de gastos «por una cuantía mínima suficiente» para compensar todos aquellos en los que se incurra como consecuencia de las prácticas, «tales como gastos de desplazamiento, alojamiento o manutención«.
La empresa, añade la propuesta, no estará obligada a abonar dichos gastos si existen otras becas o ayudas que los cubran o si es una formación práctica de carácter remunerado, «cuando la cuantía de dicha remuneración sea suficiente».
Además, se establece el derecho a que se respeten «los límites y descansos, incluidos días festivos y vacaciones«, y se recoge que las actividades formativas no podrán desarrollarse en horario nocturno ni a turnos, «salvo que excepcionalmente los aprendizajes previstos en el plan formativo no puedan desarrollarse en otros periodos».
Derecho a los mismos servicios
También se especifica que los becarios tendrán derecho a todos los servicios con los que cuenten los trabajadores de la empresa, como restauración, zona de descanso, aparcamiento u otros, en las mismas condiciones que el resto.
En el capítulo de tutorización, el borrador plantea que cada persona tutora podrá tener como máximo, de modo simultáneo, a cinco personas en formación práctica, que serán tres en las empresas de menos de 30 personas.
En este contexto, también se fija que en, «ningún caso, el número de personas en formación práctica podrá superar el 20% de la plantilla total de la empresa». Aunque hay una excepción: cualquier empresa podrá tener un mínimo de dos becarios, con independencia del número de personas de plantilla. Esto es para que las pequeñas empresas, mayoritarias en el tejido empresarial del país, no se verán perjudicadas por esta limitación porcentual.
Con el nuevo estatuto desaparecen las prácticas extracurriculares (aquellas que no forman parte de los currículos educativos), uno de los puntos que ha despertado el rechazo no solo de la patronal, sino también de los rectores universitarios. Para los sindicatos esta vía fomenta el fraude de los falsos becarios.
Por último, para favorecer la igualdad de género, se pide a las empresas que procuren “una presencia equilibrada entre hombres y mujeres”.