Unidas Podemos ha presentado diferentes enmiendas para reformar la ley del ‘solo sí es sí’. Esto surge como respuesta a los socialistas, ya que el Partido Socialista registró una reforma de la ley sin ningún acuerdo con el resto de partidos donde se pretende elevar las penas para los casos de violencia e intimidación, pero recuperando las horquillas previas que había antes de la ley. Mientras tanto, UP propone poner esas circunstancias como «agravantes».
Las negociaciones entre el PSOE y UP no fueron fructíferas. En consecuencia, los socialistas decidieron hacerlo a su modo en solitario. A lo que la confluencia morada consideró que era una vulneración de la esencia de la ley del ‘solo sí es sí’ porque afecta a la base del consentimiento. Sin embargo, los socialistas rechazan que eso sea cierto y afirman «el consentimiento no se va a alterar», según dijo Andrea Fernández, secretaria de Igualdad del PSOE.
Al no haber un acuerdo entre ambas formaciones, haría falta el apoyo del Partido Popular para sacar adelante la reforma del PSOE. Algo que puede no quedar bien en pleno año electoral y que ponen en tensión las relaciones dentro del gobierno.
Desde la perspectiva de Podemos, la reforma del PSOE volvería al código Penal que había antes de la aprobación de la ley del ‘solo sí es sí’.
A pesar de esta propuesta de UP, el PSOE lo rechaza igualmente porque no creen que esto solucione realmente el problema de la ley.
Cabe mencionar que, independientemente de cómo sea la reforma de la ley del ‘solo sí es sí’, no habrá cambios en las actuales rebajas penales que se han producido tras la aprobación de la ley.
¿En qué consiste ahora la propuesta de Unidas Podemos para la reforma de la ley del ‘solo sí es sí’?
La propuesta de UP es similar a la ya presentada por Esquerra Republicana y EH Bildu. Victoria Rosell, delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, dice que han registrado enmiendas «porque, pese a intentar hasta el último momento llegar a un acuerdo, es necesario mejorar la aplicación de la ley pero no retroceder ni degradar el sistema del consentimiento. Es básico llegar a este equilibrio y así lo han entendido también las fuerzas que sostienen la mayoría progresista y feminista. No hace falta ese retroceso que pretende el PP para mejorar la aplicación de la ley en los tribunales. Trabajamos por las mujeres y la infancia víctimas de violencias machistas.»
Gran parte de la crítica a la propuesta de la reforma del PSOE va dirigida al concepto de consentimiento. Según Rosell, «la violencia e intimidación pueden ser circunstancias agravantes, pero no determinar si hay o no agresión sexual.»
Según Montero, ministra de Igualdad, llevaban meses negociando la reforma de la ley, pero al final el PSOE «se levantó y presentó de forma unilateral la reforma».
¿Por qué es tan polémica esta ley?
Una ley que tenía como principal objetivo eliminar la diferenciación entre abuso y agresión sexual a nivel jurídico, y que surgió tras el caso de La Manada, ha sido el foco mediático por varias rebajas penales que han tenido algunos delincuentes sexuales.
Al eliminar la categoría de abuso sexual, ahora todos los actos que atenten contra la libertad sexual son considerados como agresión por la ley del ‘solo sí es sí’, haya violencia e intimidación o no. En consecuencia, se reducen las horquillas en las penas por poner al mismo nivel conductas con diferentes grados de gravedad.
No obstante, en Podemos creen que las rebajas penales se deben a una interpretación machista de la ley por parte de los jueces, acusándoles de no estar aplicando la ley adecuadamente. Incluso promovieron una «formación obligatoria» a raíz de este asunto: «nos preocupa que haya jueces que no cumplan con las leyes feministas porque pueden proteger a las mujeres. Lo que vamos a hacer es mejorar cada vez más la capacidad de las instituciones de garantizar todos los derechos para todas las mujeres víctimas de agresiones sexuales», decía Montero.
Por otra parte, Rosell advertía a mediados de noviembre que reformar la ley es «jurídicamente una barbaridad» porque «con un solo día que haya estado en vigor una norma penal más favorable, aunque ahora las agrave respecto a las sentencias anteriores, no tiene ninguna virtualidad, la gente jurista lo sabe».
Frente a las críticas que decían que no se debería señalar a los jueces, Rosell manifestó que «en este país todo el mundo tiene clarísimo que se puede criticar al Gobierno y creo que deberíamos tener igual de claro que se pueden criticar las sentencias judiciales y el machismo del Poder Judicial», ya que «hay sentencias que se están revisando con manifiesto error».
Hasta ahora, la posición de UP era dejar la ley como está. Sin embargo, tras la propuesta presentada hoy por la confluencia, se da un primer paso hacia la reforma de la ley. Aunque esto puede perdurar y tensionar más las relaciones de la formación morada con el PSOE, especialmente ahora que se acercan las elecciones. Así que una reforma de la ley del ‘solo sí es sí’ se ve todavía como algo lejano, si en algún momento se da.