El hecho de que las elecciones municipales del 28 de mayo se celebren tan cerca de la Semana Santa condiciona, en cierta medida, la forma de afrontar el periodo de precampaña electoral para todos los partidos. Si bien tiene un impacto importante en la sociedad en toda España, si hay una zona en la que no se puede entender la sociedad sin las celebraciones de Semana Santa es en Andalucía. Los diferentes gobiernos y oposiciones se vuelcan en una fecha tan marcada – además de que no es extraño que haya personas de hermandades en algunas listas electorales.
Y lo cierto es que tener la Semana Santa en plena precampaña provoca una especie de tregua, algo bastante inusual. Una semana donde los continuos rifirrafes, trifulcas y batallas entre diferentes partidos, tanto entre ayuntamientos andaluces como en el Parlamento de Andalucía, se dejan a un lado. O mejor dicho, quedan a un lado ante el interés general por la actualidad cofrade.
Una semana grande en precampaña
Al ubicarse la fecha de las elecciones municipales en el 28 de mayo, el periodo de precampaña electoral está en vigor en plena Semana Santa. A partir de ese momento están prohibidos los actos de inauguración y campañas de propaganda institucional, según la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG). Sí que se permiten campañas informativas imprescindibles por el bien del interés público o para el funcionamiento de los servicios públicos, siempre dejando de lado los intereses políticos en estas comunicaciones. Las informaciones sobre las listas de votación, las fechas o trámites relacionados con las propias votaciones sí se admiten.
El hecho de tener la Semana Santa en mitad de la precampaña electoral es un tanto curioso, dado que paraliza la actualidad política en Andalucía. Actualidad, que no actividad, pues los diferentes alcaldes y candidatos están continuamente volcados en sus labores, solo que más centrados en mostrar su presencia junto a diferentes hermandades. Incluso de manera participativa, como hemos visto al líder del PP Andalucía y presidente de la Junta de Andalucía en el Miércoles Santo en Granada.
Para la Junta de Andalucía, el atractivo turístico de la Semana Santa ha supuesto buenas noticias, con unas previsiones muy optimistas en lo que respecta a la hostelería y la ocupación de hoteles. Unas previsiones que incluso se han superado, llegando a un 84% de media y logrando niveles propios a los que se veían antes de la pandemia.
Y es que las noticias de Semana Santa han eclipsado por completo la actualidad política, hasta el punto de que casi se puede llegar a hablar de tregua. En Jerez de la Frontera, sin ir más lejos, la noticia de la caída del olivo del Prendimiento (también el Miércoles Santo) ha acaparado muchas miradas. Lo curioso es que no es la primera vez que este icónico paso tiene problemas con la vegetación que añade a la imagen, pues ya ha ocurrido en años anteriores. Aún así, esto ha eclipsado los actos tanto de la alcaldesa jerezana Mamen Sánchez como de su directa rival María José García-Pelayo u otros candidatos a la alcaldía de la ciudad del sherry.
El caso de Sevilla
No se entiende la sociedad de Sevilla sin la Semana Santa y tampoco se entendería la ausencia de la Semana Santa en las agendas políticas – y más con las fechas de estas elecciones. Tanto el actual alcalde de Sevilla, el socialista Antonio Muñoz como su rival directo, el popular José Luis Sanz, han estado acudiendo a actos cofrades. Muñoz estuvo presente en la Gala Semana Santa TV en el Teatro Pathé en el centro de la capital hispalense, dándole un especial reconocimiento al famoso restaurante Casa Ricardo, uno de los más típicos de Sevilla con temática cofrade.
Ambos dirigentes, así como sus rivales políticos (como el candidato de Ciudadanos Miguel Ángel Aumesquet), han estado junto a diferentes hermandades durante esta Semana Santa 2023. En el caso de Sanz ha estado acompañado tanto por Moreno como por el presidente a nivel nacional Alberto Núñez-Feijóo. Este regresaba al lugar en el que fue investido como presidente de los populares, pasando a liderar la oposición después de que lo hiciera su antecesor Alberto Casado.
Pese a las alegrías de la Junta sobre lo logrado en el turismo, la explotación y masificación turística ha repercutido con efectos muy negativos en la capital hispalense. Muchos bares del centro de Sevilla han elevado sus precios de manera desorbitada (incluso más de un 50% en algunos casos con productos determinados como refrescos o cañas de cerveza), al mismo tiempo que reducían la calidad del servicio.
Incluso han negado la entrada a los baños de miembros de hermandades o de bandas de música que acompañan a los pasos, los cuales tenían apenas unos minutos de descanso antes de volver a procesionar. En definitiva, muchos sevillanos de toda la vida se han visto rechazados de sus propias calles, con muchos bares y restaurantes volcados casi al completo al cliente que viene de fuera de Sevilla, pudiendo vender productos y servicios de inferior calidad.
En clave política, también es un momento tenso – en todas partes, pero más en Sevilla. La correcta gestión de Lipasam (que hasta ahora ha funcionado de manera satisfactoria) o, en definitiva, todo lo que compete al ayuntamiento, comenzando por los palcos de Carrera Oficial, es un momento de exposición ante una sociedad y a todas las críticas posibles.
Se acabó la tregua de Semana Santa
Terminada la Semana Santa 2023, restan menos de 50 días para las elecciones municipales del 28 de mayo. Es decir, menos de dos meses para que se decidan las alcaldías de un total de 785 municipios: 105 en Almería, 45 en Cádiz, 77 en Córdoba, 174 en Granada, 80 en Huelva, 97 en Jaén, 103 en Málaga y 106 en Sevilla. En estos menos de 50 días restantes, en todos estos municipios empieza la recta final de unas elecciones que determinarán el futuro (o, cuanto menos, los próximos cuatro años) de millones de personas.
Esto implica que el enfrentamiento entre los diferentes partidos, especialmente PSOE y PP (quienes cuentan con la mayoría de las alcaldías en estos momentos en Andalucía) se recrudecerá, tocando diferentes temas como la sanidad pública o los diferentes escándalos vistos en semanas anteriores.