La candidata de la CUP a la alcaldía de Barcelona, Basha Changue, ha expresado su descontento ante la actitud del Ayuntamiento de Barcelona frente a las manifestaciones con consignas nazis y fascistas en las calles de Bonanova durante la protesta llevada a cabo ayer contra la ocupación de Ruïna y Kubo por lo que Changue insta al Ayuntamiento a tomar medidas contra la empresa Desokupa.
La Okupación desde una óptica jurídica
Durante una conferencia de prensa celebrada este viernes, Changue ha exigido al consistorio que actúe de manera urgente ante la violación de derechos fundamentales y la difusión de discursos de odio.
Señaló que durante la manifestación de Desokupa de ayer se pudieron observar «saludos y consignas nazis» y considera que el Ayuntamiento debe tomar cartas en el asunto, ya que considera que se están violando el derecho a la vivienda y la convivencia vecinal.
La candidata criticó a los partidos presentes en el Ayuntamiento por su «tolerancia ante la difusión de discursos de odio en las calles de Bonanova, con consignas fascistas y nazis que se permitieron impunemente«.
Changue reprochó al PSC por «sumarse a la postura derechizada» y cree que cuando hablan de defender el marco legal están priorizando la propiedad privada sobre el derecho a la vivienda.
La candidata de la CUP reiteró que «las fuerzas que actualmente están en el consistorio no tienen capacidad para hacer frente al fascismo en las instituciones» y destacó la necesidad de obtener representación en el Ayuntamiento para combatir estos mensajes.
En este sentido, Changue propuso la creación de un «protocolo antifascista» que incluya la negación de permisos a organizaciones y partidos que difundan estas ideas para llevar a cabo eventos en espacios públicos y equipamientos municipales o respaldados por el Ayuntamiento.
La CUP intuye nexos neonazis con Desokupa
El número 2 de la lista de la CUP Barcelona, Jordi Estivill, aseguró que el jueves se vieron «imágenes graves de grupos de personas realizando saludos nazis por las calles de Barcelona«, algo que considera inaceptable y frente a lo cual se deben tomar medidas.
Estivill afirmó que Desokupa es una «organización criminal con 28 procesos penales abiertos y con vínculos neonazis» y expresó su preocupación por la normalización de discursos racistas.
También reivindicó el derecho a la vivienda y criticó que la Sareb sea «el principal tenedor de viviendas vacías en Cataluña» y reclamó que estas propiedades pasen a manos de las administraciones para destinarlas al alquiler social.