Pedro Sánchez convocó el 29 de mayo elecciones anticipadas para el 23 de julio de 2023 tras los malos resultados de la izquierda en las autonómicas y municipales, cuyo gran ganador fue el Partido Popular. Un movimiento que ha llamado mucho la atención y ha creado debate entre muchos analistas políticos.
Aunque los resultados de las autonómicas y municipales hayan sido malos para el PSOE, en términos cuantitativos de votos no lo ven como algo perdido. Siendo más exactos, el Partido Socialista ha perdido 400.000 votos respecto a las elecciones de 2019 y con una diferencia de 750.000 votos con el PP. Desde la dirección del partido consideran que hay margen de movimiento para recuperar a ese electorado de izquierdas descontento.
Unas elecciones anticipadas no son algo descabellado. De esta manera, se evita que la derrota del PSOE en las autonómicas y municipales se prolongue dentro del debate público y se frene el desgaste que hubiera supuesto para el partido. A pesar de que el gobierno de coalición prometía permanecer durante toda la legislatura.
Además, muchos gobiernos autonómicos no estarán constituidos de aquí al 23 de julio. Lo que podría provocar algunos enfrentamientos entre el PP y Vox. Por otra parte, ocurra lo que ocurra en Sumar, obligatoriamente tendrán que finalizar las negociaciones con Podemos antes del 10 de julio porque la fecha límite para presentar la confluencia.
En consecuencia, se podría decir que la fecha de las elecciones juega a favor del PSOE. Sin embargo, no es una buena fecha si lo que se busca es movilizar a un electorado descontento.
Un discurso puesto en ‘modo Podemos’: así es la línea discursiva del PSOE de Pedro Sánchez para las generales
El secretario general del PSOE adoptó un discurso similar al de Podemos criticando a las empresas y a los medios de comunicación, culpabilizándolos de ser parte del problema.
En una reunión de diputados y senadores socialistas, Sánchez aprovechó para marcar esta línea discursiva. Según el presidente del gobierno, «desde la posición de dominio que tienen en las grandes empresas y en los grandes medios de comunicación» la derecha va a hacer una campaña «aun más feroz de insultos y descalificaciones.»
Durante los días siguientes, varios socialistas criticaron en redes un reportaje de El Mundo redactado por Rodrigo Terrasa, el cual criticaba a Sánchez y reunía algunos testimonios de voces del partido.
Entre esas críticas está, por ejemplo, María Jesús Montero, ministra de Hacienda.
PSOE contra la «extrema derecha» y «derecha extrema» en búsqueda del «voto útil»
El líder del PSOE ha calificado a PP y a Vox como la «derecha extrema» y la «extrema derecha». La campaña electoral del PSOE claramente viene marcada por el miedo a la derecha, aprovechando también los resultados de las elecciones autonómicas y municipales como advertencia.
Usando el miedo para movilizar al electorado y siendo el «voto útil» de la izquierda, el PSOE buscaría consolidarse como una fuerza potente. Especialmente por el descalabro en el que se encuentra Sumar por las negociaciones con Podemos.
Por ejemplo, Andrea Fernández, secretaria general de Igualdad, publicó un artículo en El Socialista, donde advertía del peligro que sufrirían las mujeres en el caso de que la derecha ganase las elecciones: «la derecha extrema y la extrema derecha no solo quieren cercenar los derechos conquistados, también impedir que sigamos avanzando. (…) El próximo 23J está en juego qué España aspiramos a ser, qué dirección tomamos como sociedad. Si seguimos avanzando, o si retrocedemos.»
Durante la reunión, Sánchez equiparó la derecha española con el trumpismo e incluso cree que en las elecciones será acusado de pucherazo: «No es nuevo, sus maestros norteamericanos lanzaron a una turba enloquecida contra el Capitolio para denunciar un falso pucherazo.»
Una mayor presencia de Sánchez en los medios
Alberto Núñez Feijóo fue el primero que propuso un debate cara a cara contra Sánchez. Sin embargo, no ha sido hasta ahora que Sánchez se ha pronunciado sobre hacer hasta seis cara a cara. No obstante, Feijóo solo ha aceptado uno porque ve este movimiento como una «excentricidad».
Mientras tanto, Yolanda Díaz ha criticado en Twitter esta propuesta porque ignora al resto de formaciones políticas aludiendo a que «el bipartidismo es el pasado». Esta estrategia no solo podría tratar de realzar el liderazgo político de Sánchez, sino también poner el foco mediático en él.
En respuesta al eslogan «Sánchez o España» del PP, el PSOE ha respondido con un «o Sánchez o Feijóo»; colocando al líder del PP como el principal oponente del partido.