El líder socialista y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha subrayado este domingo la potencial amenaza que representa de cara a las próximas elecciones del 23J, un Partido Popular (PP) que adopta las «doctrinas y estrategias» de Vox.
En una entrevista con el diario El País, Sánchez, candidato del PSOE para la próxima contienda electoral, apuntó a una coalición entre el PP y Vox después de las elecciones generales. Según él, los ciudadanos españoles ya tienen un dato crucial: «PP y Vox han asumido abiertamente que deben gobernar en coalición».
Acerca del desenlace de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo y la posibilidad de un «giro hacia la derecha» en España, un fenómeno presente en gran parte de Europa, Sánchez admitió que «España no está exenta de esta corriente reaccionaria». Sin embargo, matizó que lo que realmente sucedió el 28 de mayo fue un «agrupamiento del voto conservador en dos partidos, el PP y Vox», y una «ligera retrocesión del PSOE, aunque perdió influencia institucional». Señaló también una «fuerte dispersión en el electorado de izquierdas del PSOE».
El líder del Gobierno resaltó que las elecciones de hace tres semanas «nos indican que estamos a tres puntos del PP». «El bloque conservador obtuvo un 39%, muy distante de los que sugieren algunas encuestas que lo colocan en el 49%», añadió, y mostró su optimismo para «invertir la situación».
Con respecto a los posibles acuerdos postelectorales de la izquierda, Sánchez apoyó en la entrevista que “con Sumar, la coalición sería más sencilla”. Al mismo tiempo, consideró un buen presagio la reunificación de la izquierda en esta organización liderada por la vicepresidenta Yolanda Díaz. En este contexto, subrayó que ya no hay dispersión a la izquierda del PSOE.
Sánchez reiteró que su partido tiene «una responsabilidad ineludible», ya que «en gran medida, el progreso de España depende del triunfo del PSOE». También afirma que el PSOE aspira a ganar las elecciones y a gobernar solo, pero admitió que, en un entorno político fraccionado, prevé que después de las elecciones del 23 de julio conformarán un gobierno de coalición progresista con Yolanda Díaz y el Movimiento Sumar. destacando que puede ser un gobierno de coalición más eficiente y operativo, porque han colaborado de manera fiel y efectiva en todas las leyes relacionadas con Yolanda Díaz y lo que Sumar representa.
Sobre su administración, evaluó que «si hace un año hubiera dicho que la economía española crecería un 2,1% en 2023, después de una pandemia y en plena guerra, que duplicaríamos el crecimiento de la zona euro, que crearíamos más empleo que Italia, Francia o Alemania, me habrían acusado de ser demasiado optimista». En este sentido, recalcó que “revertir lo que funciona perjudica a la economía» y agregó que estos cinco años «son una historia de éxito colectivo como nación». Así, insistió en que revocar «no es un proyecto político», sino «retroceder 5, 15 o 20 años».
Asimismo, Sánchez criticó al PP y a Vox por no tener un proyecto político «más allá de revocar el sanchismo». Respecto al acuerdo entre el PP y Vox en la Comunidad Valenciana, explicó que un líder europeo le había advertido que «un gobierno del PP con Vox podría desequilibrar la UE».
En referencia a la migración de votos del PSOE al PP detectada en las encuestas postelectorales, afirmó que el PSOE tiene la obligación de alertar a la sociedad española sobre las «serias» consecuencias que podría tener un gobierno del PP con Vox. En este sentido ha asegurado que tanto este sábado como el 28 de mayo quedó algo claro, que «si el PP y Vox suman, Santiago Abascal será vicepresidente del Gobierno».
En lo que respecta a la gestión de la ley del solo sí es sí, y si ha afectado al voto femenino, admitió que la reforma «fue un error», asegurando que lo ha reconocido, ha pedido disculpas y la han corregido.
En la entrevista, destacó que tuvo que tomar decisiones «muy difíciles y arriesgadas» durante su gobierno, como los indultos a los líderes del procés, pero, al respecto, señaló que Cataluña ha dejado de ser un tema recurrente en la política española y «hoy no lo es».
En cuanto a este asunto, afirmó que sabe que hay muchos españoles que votaron por él en 2019 y que ahora, tal vez, están considerando no hacerlo porque no entendieron esta medida, pero indica que «Hay que observar cómo está Cataluña ahora», enfatizando que en «La política se trata de resolver problemas».
Con respecto a Bildu, el presidente del Gobierno ha señalado que la distancia entre el PSOE y el partido vasco «es enorme» y que no tienen «un acuerdo gubernamental», recordando que su Gobierno ha aprobado una reforma de las pensiones con muchos partidos políticos en los que se incluye a Bildu, pero también han sido PNV, ERC y Podemos, señalaba Sánchez.
Sobre la evaluación del gobierno de coalición, destacó que es «muy positiva» y que «es uno de los gobiernos más transformadores y reformistas de la historia de nuestra democracia». «Hemos aprobado 200 leyes. Ahora ya no necesitamos aprobar tantas, sino consolidar estas», declaró. No obstante, admitió que al gobierno sí le sobraron «decibelios» en el debate interno.
Por otra parte, preguntado sobre los resultados del CIS, organismo liderado por José Félix Tezanos, y si fue un error mantenerlo en el cargo, respondió que «se puede estar o no de acuerdo con las interpretaciones y las estimaciones», pero «lo que indiscutiblemente no se puede discutir es la calidad, la transparencia y la publicidad de todos esos datos en bruto».
Finalmente, al ser preguntado sobre qué es el sanchismo, respondió que «es la vieja estrategia de la derecha cuando está en la oposición». «Es deshumanizar, caricaturizar, pintar al líder progresista que está al frente del Gobierno como una persona egoísta, que no tiene escrúpulos y que haría cualquier cosa para mantenerse en el poder», concluía el presidente.