El Partido Popular y Vox han llegado a un acuerdo para formar una coalición en Extremadura, con María Guardiola, del PP, asumiendo la presidencia. Según un comunicado conjunto, Vox tendrá la responsabilidad de la consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural.
El acuerdo será oficializado a las 12:45 horas en el Parlamento extremeño con la firma de María Guardiola, presidenta del PP extremeño, y Ángel Pelayo Gordillo, portavoz de Vox en la Asamblea de Extremadura.
Este pacto permitirá que María Guardiola gobierne junto a Vox, a pesar de su anterior declaración de que no incluiría a aquellos que «niegan la violencia machista» en el gobierno regional, refiriéndose a Vox. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, respaldó la decisión de Guardiola al considerar que incluir a Vox en el gobierno sería «desproporcionado», dado que el PP obtuvo 28 escaños y Vox 5 en las elecciones.
Por su parte, el líder nacional de Vox, Santiago Abascal, declaró el jueves que los acuerdos alcanzados en Baleares no se aplicarían en otras comunidades y destacó que la futura presidenta autonómica, Marga Prohens, no había «insultado» a los votantes de su partido «como sucedió en Extremadura». Sin embargo, en los últimos días, Guardiola ha moderado su postura y se ha mostrado más abierta a pactos con Vox.
Esta discrepancia inicial llevó al socialista Guillermo Fernández Vara, ganador de las elecciones autonómicas del 28 de mayo, a presentarse a una investidura convocada para la próxima semana, aunque no tiene posibilidades de éxito, ya que los socialistas no cuentan con suficientes escaños para formar una mayoría parlamentaria.
El comunicado destaca que ambas formaciones asumen «la responsabilidad de proporcionar un gobierno estable a la región, con una clara hoja de ruta para poner fin a las políticas socialistas que han obstaculizado el desarrollo de Extremadura».
Para lograr esto, explican, ambas formaciones han trabajado en alcanzar puntos en común y abordar las preocupaciones compartidas por sus votantes y la mayoría de los extremeños.
El acuerdo programático incluye 60 medidas que se centran en garantizar un gobierno de cambio que revierta las consecuencias de la «inercia política del PSOE en los últimos años». Estas medidas se enfocan en las prioridades de las familias extremeñas, así como en abordar el desempleo, la pobreza, la falta de oportunidades y la despoblación. Según el PP y Vox, estas medidas tendrán un impacto directo en los presupuestos generales de la comunidad autónoma de Extremadura cada año.