El pasado martes 11 de julio tuvo lugar en el Palacio de Congresos de Cádiz capital uno de los diversos mítines que Alberto Núñez-Feijóo, candidato del Partido Popular para ser el próximo presidente del país, tiene organizado de cara a estas elecciones generales del 23 de julio. En esta reunión con los simpatizantes del partido en toda la provincia ha compartido carteles y cámaras con el presidente de la Junta de Andalucía y líder del partido en Andalucía, Juanma Moreno. Y lo cierto es que han sido dos discursos de estilos muy diferentes dentro de un mismo tono.
No sorprende a estas alturas que gran parte del discurso de ambos girase en torno al 23 de julio y su necesidad de derrocar a Pedro Sánchez y el PSOE del Gobierno de España, una victoria que creen posible pero que no está ni mucho menos garantizada como recuerdan a sus votantes. Es decir, el hecho de que hayan logrado grandes victorias primero en las elecciones autonómicas (siendo reelegido Moreno en junio de 2022) como en las elecciones municipales del pasado 28 de mayo (con todos los alcaldes y alcaldesas de las capitales andaluzas siendo del PP) no garantiza el mismo resultado en las generales.
Al hecho de tratarse de un discurso en clave electoral se suma al detalle de que Feijóo había tenido unas horas antes el cara a cara televisado con el propio Sánchez. Un cara a cara que en realidad de poco sirvió a los españoles, puesto que lejos de ser un debate, fue una sucesión de lanzamientos de acusaciones entre uno y otro sin que realmente se notase intención de entendimiento o diálogo. También hubo acusaciones utilizándose datos falseados, como las hemerotecas en las redes sociales han mostrado en las horas siguientes.
Tanto Moreno como Feijóo han criticado en su discurso la decisión de adelantar las elecciones al mes de julio, cuando en principio jamás se vota en Andalucía en esas fechas por cuestiones relacionadas con el calor del verano. Además, este evento ha tenido lugar justo en el momento en que pasa una tremenda ola de calor en la provincia de Cádiz, superándose con creces los 40 grados centígrados en varios puntos. De hecho, en el mismo evento, pese al aire de acondicionado, las frentes y prendas repletas de sudor eran muchas entre los cientos de asistentes.
Ya en Estrella Digital recordamos, como también han hecho otros medios, que sí que hay un antecedente…el del propio Feijóo, que adelantó las elecciones autonómicas en Galicia de 2020 al 12 de julio de ese mismo año. Uno puede pensar que, por el hecho de encontrarse en Galicia, no haga tanta calor, pero precisamente ese mismo año se registraron altas temperaturas durante el verano en algunos puntos de la comunidad autónoma, como en Ourense o Ferrol.
Moreno, sentimiento a flor de piel
Si hay una forma de definir de manera breve a Juanma Moreno en un discurso, ‘intenso’ se le puede quedar corto. El uso de la voz y los gestos de las manos son sus claras herramientas para exaltar a la población y a sus votantes, siendo parte importante de ese impulso que ha creado la ola conservadora que se ha visto en las urnas con claridad el pasado 28 de mayo. Un discurso vivo que ha calado en las masas con total claridad, para descontento de los socialistas y partidos progresistas.
Algunos de los datos que ha arrojado durante el discurso ya llevan circulando desde hace varios meses, como la posibilidad de perder el 7% del PIB en Andalucía y unos más de 140.000 puestos de trabajo debido a la sequía. Un golpe y una bajada de producción que sería similar a los efectos económicos relacionados con la pandemia. Moreno ha asegurado a su gentío que ya en el pasado año 2022 advirtió al propio Sánchez de que esta situación podría darse si los ciclos de sequía continúan como hasta ahora en este 2023 y prosiguen en 2024.
Como cabe esperar, fue Moreno quien trajo el debate sobre las obras hídricas necesarias en Andalucía, algunas en las que afirma que eran potestad del Gobierno de Sánchez y ha tenido que asumir la Junta de Andalucía. Es el caso de la desaladora de Barbate y otras obras. Eso sí, la palabra Doñana o pozos no ha aparecido en ningún momento de su discurso.
Feijóo, autoridad a la gallega
Aunque Núñez-Feijóo no tenga un acento gallego tan marcado como se le pueda adivinar el deje andaluz al presidente de la Junta de Andalucía, sí que hace gala de toques de humor gallego, siempre tan particular, allá donde va. Y Cádiz no fue una excepción, llamándola Feijóo ‘ciudad de oro’ a la ciudad de la Tacita de Plata. Históricamente, se han mantenido varias teorías acerca de por qué se le llama así, ya sea por su color al atardecer o por su nombre original en griego.
Feijóo, aparte de hablar de metales preciosos, ha continuado con consignas ya conocidas y compartidas por otros dirigentes populares destacados en esta campaña de elecciones generales. Una de ellas es la de augurar un gobierno que no irá con la mentira por delante. Muchos alcaldes esperan la llegada de Feijóo al poder como ‘un presidente que no nos mienta’ frente a los cambios de directrices que ha mostrado Sánchez desde que es presidente del Gobierno, además de pactos con otras fuerzas políticas.
Al contrario que el estilo agitado de Moreno, Feijóo raras veces separa sus manos del atril, utilizando en cambio más la voz, el silencio y la propia postura corporal en su discurso. Mientras Moreno alternaba las manos en función del contenido y creaba olas con ademanes de ambas, Feijóo ha ofrecido a los gaditanos populares un discurso más calmado.
El único momento en el que Feijóo ha subido el tono en su discurso ha sido a la hora de pedir el voto. Cuando se ha presentado como la opción preferente frente a seguir con los socialistas al poder o darle el voto a Sumar – que, a sus ojos, también sería apoyar al sanchismo – ha sido cuando ha hecho ondear todas las banderas andaluzas, españolas y populares. Y, por supuesto, con toques de humor gallego, aquí y allá.