Aunque Sumar, la plataforma dirigida por Yolanda Díaz, ha experimentado una disminución en su apoyo electoral en comparación con las últimas elecciones, su influencia sigue siendo vital para renovar un potencial gobierno de coalición.
En las elecciones de este domingo, Sumar logró 31 escaños, siete menos que la combinación de Unidas Podemos, Más País y Compromís en 2019, situándose como la cuarta fuerza política, perdiendo ante Vox en la competencia por la tercera posición, pero por un margen estrecho de solo 50.000 votos, totalizando 2,7 millones.
El recuento final coloca al bloque de izquierdas, compuesto por el PSOE, Sumar y los colaboradores de la investidura de Sánchez, con 172 diputados, superando la suma de PP y Vox por dos, pero sin alcanzar la mayoría absoluta de 176. Esta configuración plantea desafíos para renovar una coalición entre el presidente del Gobierno y Díaz, tal como ambos partidos han declarado como su objetivo, y presagia un potencial estancamiento parlamentario.
«Hoy la democracia ha triunfado y se ha fortalecido. Hemos ganado, hoy emerge un país mejor», proclamó Díaz en su discurso del domingo tras el conteo de los votos. «La campaña comenzó con un plan y el plan ha cambiado, hemos logrado transformar la vida de la gente», agregó la candidata de Sumar, entre aclamaciones de «presidenta, presidenta» en la sede del partido en Madrid.
Prometiendo empezar las negociaciones con todas las fuerzas progresistas del país desde el día siguiente, Díaz insistió: «A partir de mañana gobernaremos mejor, cubriremos las deficiencias y continuaremos expandiendo los derechos».
Sumar ha obtenido resultados especialmente notables en Cataluña, donde emerge como la segunda fuerza más fuerte después del PSC, y supera a los partidos independentistas con siete diputados y el 15% de los votos. También mantuvo su presencia en Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana, consiguiendo el mismo número de escaños que en 2019.
Al igual que Podemos, Sumar ha encontrado dificultades en el interior de España, no consiguiendo ningún escaño en Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura.
El partido de Díaz se formó tras una ambiciosa coalición de 15 fuerzas políticas, incluyendo Podemos, IU, Más Madrid, Compromís y la Chunta Aragonesista, teniendo que negociar su formación contra reloj debido al sorpresivo adelanto electoral tras el 28M. La coalición tuvo que lidiar con negociaciones especialmente difíciles con Podemos, especialmente en lo referente a la participación en las listas de la ministra de Igualdad y ‘número dos’ del partido, Irene Montero.
El PP gana las elecciones, pero la mayoría absoluta se les escapa