Vox ha experimentado un declive significativo en sus votos, al obtener 33 escaños en las elecciones de este domingo 23 de julio, una reducción de 19 respecto a los 52 alcanzados en 2019.
A pesar de seguir siendo la tercera fuerza política, las probabilidades de que forme un gobierno de coalición con el Partido Popular (PP), que ha obtenido 136 escaños, parecen cada vez más lejanas. Incluso la posibilidad de jugar un papel decisivo en la presidencia de Alberto Núñez Feijóo se ha visto afectado, ya que la suma total de escaños de ambos partidos alcanza los 169, no alcanzando la mayoría absoluta de 176 en el Congreso.
Santiago Abascal, el candidato de Vox, admitió el mal resultado electoral durante su discurso en la noche de este domingo. Mientras, se mostró satisfecho de seguir siendo la «tercera fuerza política de España», enfatizando que Vox está completamente listo para hacer oposición o incluso para enfrentar nuevas elecciones, defendiendo sus principios. Su mención a una posible repetición de las elecciones contrastó con el deseo de Feijóo de evitar un «bloqueo».
Abascal mostró una postura crítica hacia el PP, al que responsabilizó de generar altas expectativas durante la campaña y de provocar una «desmovilización». En su opinión, ciertas actitudes del PP, como repartirse ministerios y evitar debates electorales, contribuyeron a desmotivar a parte del electorado. Además, criticó a Feijóo por legitimar el gobierno de Sánchez con su acuerdo de permitir gobernar a la lista más votada.
Con el 100% de los votos escrutados, Vox consiguió 3.030.000 votos, un 12,4% del total, sólo 20.000 más que Sumar, que consiguió 3.010.000 votos, equivalentes a un 12,3%. En la competición con la plataforma de Yolanda Díaz, Sumar, Vox ha salido victorioso, pero Sumar es un actor crucial para la posible revalidación del gobierno de coalición y ve sus resultados como un triunfo, a diferencia del ambiente sombrío en la sede de Vox.
En todas las regiones donde Vox perdió apoyos, este se trasladó al PP, incluso en aquellas donde habían acordado formar gobiernos con el PP, como la Comunidad Valenciana, Extremadura o Castilla y León. Abascal, por su parte, atribuyó este cambio a los llamamientos al «voto útil» de medios pro-PP, lo cual, en su opinión, ha perjudicado la suma de la alternativa.
Sumar pierde apoyo electoral, pero es crucial para una potencial coalición de gobierno