Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat, afirmó este sábado que no respaldará la probable investidura de Pedro Sánchez, actual presidente en funciones y candidato a la presidencia por el PSOE, a menos que exista un acuerdo previo en torno al conflicto catalán, sin que su estado personal sea el eje de la discusión. Destacó que el voto afirmativo de Junts no se logrará a través de ninguna forma de «chantaje político».
En un mensaje compartido en su perfil de Twitter, Puigdemont subrayó que «la revisión final de los votos ha provocado una manifestación menor pero crucial en la distribución de los escaños en el Congreso español, esencial para cualquier posible investidura». Se refiere a la pérdida de un escaño del PSOE a favor del PP en Madrid tras el recuento del voto CERA, mientras que se mantienen los escaños de Junts en Girona y Tarragona.
El ex líder catalán recalcó que la designación de Sánchez «solo será factible si logra la conformidad de una amplia coalición, incluyendo los siete votos de Junts». En ese marco de negociaciones, Puigdemont advirtió que «quien piense que a través de la coerción o manipulación política directa conseguirá algún beneficio táctico, puede evitar el esfuerzo». «Al menos en mi caso», añadió.
Para Puigdemont, los resultados iniciales ya pusieron a Junts en una posición relevante y ahora, con los resultados definitivos, el escenario es más evidente: «O Junts vota a favor, o el PSOE termina posibilitando la investidura de Feijóo (o del candidato propuesto por los populares) o nos dirigimos hacia la repetición de las elecciones».
«La tenencia de la llave es coyuntural. Un día la tienes y al día siguiente no, y no podemos olvidar esto. No podemos precipitarnos por temor a perderla, ni sobreactuar frente a un poder que es intrínsecamente efímero», reflexionó.
En su amplio comunicado, Puigdemont compara el escenario actual con «El dedo y la Luna», donde «la Luna simboliza un conflicto político grave y profundo, y es ahí donde debemos centrar nuestra atención», en lugar de «en las personas». «Hasta que no recuperemos el hilo perdido en este conflicto», advirtió, «no estaremos en condiciones de tener una conversación productiva» porque sólo podremos «segmentar legislaturas y avanzar sin rumbo fijo».
A raíz de las elecciones del 23 de junio, Puigdemont sostiene que «no ha pasado suficiente tiempo para determinar qué finalmente los dos principales partidos españoles -el que ha perdido ganando y el que ha ganado perdiendo-«. En circunstancias análogas, optaron por repetir las elecciones, por lo que sugiere que «debemos mantener la cautela y ser extremadamente prudentes».
El ex líder catalán también reveló que ha enfrentado amenazas durante los casi seis años que ha estado en Bruselas. «Lo menciono principalmente para que se tenga una idea de cómo me impacta el hecho de que me digan que si Junts no vota a favor de Sánchez, mi mundo se derrumbará y vagaré como un espíritu en pena», aclaró.
En su declaración, Puigdemont lamentó que ningún juez español haya intervenido frente a estas amenazas. «Vivo sin la protección que teóricamente la ley me garantiza». Puigdemont finaliza indicando que está convencido de que si hubiera renunciado a mantener su postura política, habría evitado «muchas de estas situaciones tan desagradables».
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