Zarzuela ha sido testigo de una ronda de consultas insólita por parte del Rey Felipe VI. En su deseo de nombrar un candidato para la investidura presidencial, el monarca ha dialogado con distintas figuras políticas, incluyendo a Santiago Abascal, líder de Vox, y al ganador electoral del 23J, Alberto Núñez Feijóo.
El paisaje político muestra un panorama incierto. Tanto el actual presidente en funciones, Pedro Sánchez, como el candidato popular Núñez Feijóo, carecen por el momento de respaldos suficientes para ser investidos presidentes. Esta situación inédita pone al Rey en una posición sin precedentes: decidir entre dos candidatos al cargo.
Santiago Abascal, líder de Vox, en un gesto político, ha mostrado su apoyo al candidato del Partido Popular. Sin embargo, el clima entre ambos se ha tensado debido a la reticencia del PP de otorgar a Vox votos para formar parte de la Mesa del Congreso. Abascal ha manifestado su apoyo a Núñez Feijóo, siempre y cuando el PP no coopere en lo que él denomina un «cordón sanitario» contra su partido.
Pedro Sánchez, por su parte, se ha presentado ante el rey dispuesto a conseguir los respaldos necesarios para ser investido. Ha hecho hincapié en la necesidad de un gobierno progresista y ha mostrado su disposición al diálogo con todos los actores políticos, reafirmando la lealtad del PSOE a la Constitución y al jefe del Estado.
La tradición indica que el Rey elige al candidato más votado en las elecciones para que se someta al debate de investidura. Sin embargo, en 2016 Mariano Rajoy, pese a ser el más votado, declinó ser candidato al ver insuficientes los apoyos. Esta vez, la incertidumbre marca la agenda política.
Las consultas son ahora más relevantes que nunca, sobre todo cuando se sabe que algunos partidos han decidido no presentarse ante el rey.
Esta tarde, el Rey Felipe VI informará a Francina Armengol, presidenta del Congreso, sobre su decisión. Una vez se tome, comenzará oficialmente el proceso hacia el debate de investidura. Sin embargo, la definición de los grupos parlamentarios no ocurrirá antes del 28 de agosto, lo que podría alargar los tiempos y, en un caso extremo, llevar a España a nuevas elecciones, incluso en fechas navideñas.
España se encuentra en un momento político complejo, con decisiones que pueden marcar su rumbo en los próximos años.