El secretario general del Partido Socialista y presidente del Gobierno en funciones Pedro Sánchez, en el acto celebrado el pasado sábado 2 de septiembre en Málaga, ha asegurado que realizará más viajes a Andalucía con la misión de que el PSOE recupere el control de la Junta de Andalucía y que Juan Espadas sea su presidente. También ha asegurado Sánchez que va a realizar un trabajo intenso en Andalucía, una comunidad autónoma en la que el Partido Popular se ha hecho fuerte con su actual líder Juanma Moreno a la cabeza, entre otras figuras destacadas.
La presencia de Sánchez en Málaga supuso la primera vez que el jefe en funciones del Ejecutivo pisaba Andalucía desde antes de la campaña de las elecciones generales del 23 de julio, habiendo acudido en junio a un acto a Dos Hermanas, donde se realzó como jefe de los socialistas en España. De cara a las municipales del 28 de mayo (ya que no hubo autonómicas en Andalucía al celebrarse en 2022) ya estuvo dos veces en Málaga acompañando a Daniel Pérez, este tratando de arrebatar la alcaldía al popular y longevo alcalde Francisco de la Torre, en el poder desde el año 2000.
A pesar de que Málaga lleva siendo uno de los bastiones populares desde hace más de veinte años, Sánchez afirmó que está convencido de que habrá una Málaga progresista en el futuro. Al contrario que Sevilla y más parecida a Almería, los votantes malagueños se han inclinado en las últimas legislaturas hacia la derecha que ha permitido el crecimiento del corazón de la Costa del Sol, si bien ha creado situaciones de desigualdad como denuncian las formaciones progresistas.
Un momento interesante para el PSOE Andalucía
Estas declaraciones llegan, por supuesto, en un contexto nacional enturbiado por el bloqueo entre los dos bloques de izquierda y derecha confrontados sin poder hacer mayoría absoluta. Sánchez acude a Andalucía después de que estos criticasen las palabras de Íñigo Urkullu, lehendakari que abogaba por una mayor autonomía centrándose en el País Vasco, Cataluña (es decir, las dos posibles bazas de la izquierda de PSOE y Sumar para mantenerse al frente del país) así como Galicia. Pese a que los números siguen sin cuadrar, Sánchez continúa yendo a por una nueva investidura si es que los intentos de Alberto Núñez-Feijóo acaban siendo frustrados.
En Andalucía, el PSOE atraviesa un momento curioso. El hecho de haber perdido el control de la Junta de Andalucía en 2019 y el ‘efecto Moreno’ llevando a que el PP ganase por mayoría absoluta, sumado a los resultados del 28 de mayo donde el PP arrasó y ganó en torno a un centenar de alcaldías, lleva a pensar en una posible crisis del PSOE Andalucía que lidera Espadas. No obstante, en las generales del 23 de julio los resultados fueron mucho más beneficiosos para el PSOE, logrando mantener votos pese a que el PP resultó vencedor en siete de las ocho provincias. Naturalmente, Sevilla fue la que resistió en la balanza a favor de los socialistas.
Ahora Sánchez promete prestar más atención a Andalucía para que Espadas (quien estaba presente en el evento, al igual que la ministra en funciones María Jesús Montero) sea presidente de la Junta de Andalucía en las siguientes autonómicas, que serían en 2026. Una Andalucía que, según la Junta liderada por el PP, ha estado desplazada, ninguneada e ignorada por el Gobierno Central, centrando este discurso en las más que necesarias obras hídricas para paliar los efectos destructivos que está teniendo la sequía en Andalucía, su agricultura y ganadería y el PIB que estas aportan para la comunidad autónoma.
Sánchez considera que el PP Andalucía liderado por Moreno está buscando la confrontación para ocultar sus propias carencias así como una falta de dirección para la comunidad autónoma – pese a que hay planes marcados en diferentes materias tales como sanidad o transportes y comunicación entre las diferentes provincias. La sanidad pública, por supuesto, también fue un tema destacado en el mitin socialista ante el estado de la atención primaria y, en general, de los servicios públicos, una situación que precede al propio Moreno.
Declaraciones de Pedro Sánchez en Málaga
«Soy muy consciente de que en Andalucía estáis sufriendo con particular virulencia los efectos de una sequía. Y quiero garantizar a la sociedad andaluza que el Gobierno de España va a hacer todo lo que esté en su mano para poder aplacar todas las dificultades de la sequía y el agua. Y con la misma contundencia que lo digo, también exijo al gobierno de la Junta de Andalucía que sea leal no con el Gobierno de España, sino con los andaluces y andaluzas y asuma sus competencias«, afirmó Sánchez.
«Vamos a hacer un trabajo intenso en Andalucía. Voy a estar mucho en Andalucía, querido Juan. Voy a estar mucho y vamos, como hicimos el pasado 23 de julio, vamos a apostarlo todo al rojo para que el próximo presidente de la Junta de Andalucía sea Juan Espadas y el Partido Socialista lidere cuatro años el progreso y la convivencia en Andalucía«, alzaba la voz Sánchez ante los suyos en Málaga según recoge Europa Press.
Estas declaraciones tratan de aclarar que el PSOE sigue confiando en Espadas, años atrás alcalde de Sevilla, para liderar el partido en Andalucía. Existen sectores del partido que no están conformes con él al frente, pero lo cierto es que ya no hay ninguna Susana Díaz o ninguna alternativa a Espadas como líder de la oposición. Sobre todo con el ahínco que este dedica a cuestiones medioambientales (tema candente con la cuestión de Doñana aún sin resolver en este nuevo curso político), de la misma manera en que lo hace el ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.
De hecho, los propios resultados del 23 de julio le han hecho un gran favor a Espadas, mucho más positivos que en las municipales de mayo. No solo se trata de la victoria en Sevilla, sino de haber remontado con respecto al Partido Popular – así como por el hecho de que, al ser unas generales, los partidos independientes perdían peso además de que el voto al PSOE de Sánchez se vuelve más relevante que al progresismo de Sumar, así como ocurre con el PP en detrimento de Vox.