España ha experimentado en las últimas semanas un notable aumento en los casos de COVID-19, superando las cifras de enfermedades como la gripe o el VRS, según datos de la red de vigilancia. Los expertos epidemiológicos atribuyen este incremento al crecimiento de la interacción social y a la presencia de nuevas variantes del virus.
A medida que los síntomas típicos del COVID-19, como fiebre, tos, congestión y fatiga, se manifiestan en más ciudadanos, los centros de salud reportan un mayor número de visitas. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud ha resaltado que, a pesar de un alza en las hospitalizaciones a nivel europeo, la situación en España parece mantenerse estable. Esta estabilidad es atribuida por expertos al alto grado de inmunización de los españoles, aunque insisten en mantener precauciones.
Coincidiendo con esta tendencia ascendente de casos, ha habido un aumento significativo en la demanda de test de antígenos en las farmacias. El interés por estas pruebas ha variado entre regiones. Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León y la Comunidad Valenciana encabezan la lista con los mayores incrementos. Sin embargo, Canarias y Asturias muestran un crecimiento menos pronunciado, aunque también significativo.
Mientras España enfrenta un resurgimiento en los casos de COVID-19, la combinación de una población altamente inmunizada y la proactividad en pruebas de detección podría ser clave para abordar la situación.