El Congreso de los Diputados ha logrado un avance histórico en la inclusión de las lenguas cooficiales en la actividad parlamentaria con la aprobación definitiva, a pesar de la oposición presentada por PP y Vox, del nuevo reglamento que ha obtenido luz verde con 180 votos a favor, del PSOE, Sumar y ERC, entre otros, frente a 170 votos en contra.
Este cambio permitirá que lenguas como el vasco, gallego y catalán se escuchen y sean utilizadas en los plenos. Sin embargo, durante la sesión se observó a varios miembros de Vox abandonando el recinto en los momentos en que se hablaba en lenguas distintas al castellano.
El portavoz del PP, Borja Sémper, no dudó en expresar su desacuerdo, acusando al PSOE y al presidente Pedro Sánchez de estar dispuestos a «vender España» a cambio de acuerdos con partidos independentistas. Las críticas del PP también se centraron en cuestionar el cambio de postura del PSOE respecto a la propuesta, considerando que se trata de una «concesión» a los partidos independentistas.
El presidente en funciones, Pedro Sánchez, defendió la reforma como un paso adelante hacia el reconocimiento de la diversidad lingüística del país. Subrayó que «España avanza cuando abraza su diversidad», a pesar de las críticas de antiguos líderes socialistas que le acusaron de «deslealtad» por posibles negociaciones sobre una amnistía.
Pepa Millán, portavoz de Vox, fue enfática al condenar la iniciativa, calificando las acciones del PSOE como un intento de «apartheid lingüístico». Afirmó que el verdadero propósito de estas medidas es satisfacer las demandas de los socios separatistas del PSOE.
Marc Lamuà del PSC defendió la propuesta, recordando al PP sus antiguos pactos con CiU y señalando la contradicción en sus críticas. Lamuà destacó la importancia de no usar las lenguas como arma de confrontación y celebró este paso hacia la inclusión.
La aprobación fue considerada «histórica» por partidos como Junts y ERC, quienes destacaron la importancia de que los socialistas dependieran de sus votos para lograr mayoría en este tema.
Pilar Calvo de Junts rememoró un incidente en el que fue expulsada por hablar en catalán, mientras que Montserrat Bassa de ERC destacando que «el catalán solo avanza cuando las leyes dependen del voto de los partidos catalanes».
Finalmente, el PNV propuso que las traducciones tengan validez jurídica, asegurando que las leyes publicadas por el Congreso sean auténticas en todas las lenguas oficiales del Estado.